Chocó 7 días
|
BOCADILLOS DE PRENSA Una historia de labor y pereza El Tiempo, mayo 1/04. Son el hombre más próspero de Acandí (Chocó) y el más pobre. Ambos son italianos, viven a hora y media de distancia, y a muchos millones de diferencia. Con el paso lento de su caballo, Roberto Fossati llega del monte a las polvorientas calles de Acandí. No hay el menor asomo de prisa en este italiano de 58 años que vive hace 10 años en un tambo sin paredes a hora y media a caballo de este pueblito del Atlántico chocoano. Entonces se apea de ‘Alert’, un jumento viejo, y saluda a su compatriota Giussepe Genta. El primero es genovés y el segundo, lombardo. Ambos pasaron de los 50 hace rato y viven hace más de 10 años en esta zona de selva y humedad apabullantes a 11 kilómetros de su península natal. No son amigos, pero si buenos conocidos. Uno y otro son polos opuesto de la vida. Giussepe puede ser el hombre más próspero de Acandí. Roberto, uno de los más pobres. El genovés practica el supremo placer del ocio. El lombardo cree, en cambio, en la virtud extrema del trabajo. Y ambos son bastante felices, pues viven, a su manera, lo que cada uno eligió. Renacer a la orilla del mar El Tiempo, mayo 2/04. Bajo la orientación de Javier de Nicoló, 14 profesoras y varias religiosas les ayudan a menores de la calle a generar condiciones para llevar una vida digna. En su brazo derecho el niño Daniel luce una svástica tatuada con tinta de lapicero azul y una aguja. Debajo lleva un pequeño corazón mal tatuado de la misma forma. A sus 11 años de edad, no sabe explicar que lo llevó a dejarse hacer los dibujos, recuerdo de su vida en las drogas y en la calle. Del símbolo que utilizaron los nacionalsocialistas alemanes a comienzos del siglo pasado no sabe nada, sólo que "es algo malo que le podía hacer dar miedo a otros niños de la calle cuando vivía en Medellín". Caminando por la playa en calzoncillos, Daniel recuerda vagamente a su madre y a sus hermanos. Las imágenes de su vida en las calles son una pesadilla borrosa que cada día se diluye más y más en el paisaje de su hogar actual, compartido con otros 212 niños de la calle. En Acandí (Chocó), en cuyas playas está este hogar del padre Javier Nicoló, los conocen como ‘Los Chilingos’, pero pocos tienen certeza sobre la procedencia del apelativo. Lo cierto es que estos niños entre los 7 y los 14 años de edad, todos con problemas de drogadicción y pandillerismo, encontraron allí una nueva oportunidad para sus vidas. De este lugar, ubicado a unos 15 minutos a pie desde Acandí, cruzando el río Tolo, los niños salen completamente desintoxicados. Pero su estadía no es fácil. Revive un Fénix en el Atrato El Tiempo, mayo 2/04. El jueves 2 de mayo del 2002, en un sangriento parto que cobró la vida de 119 personas, volvió a nacer Bojayá. Ya lo había hecho el primero de enero de 1961, cuando se convirtió en uno de los 32 municipios del Chocó, pero casi nadie se dio cuenta. O por lo menos casi nadie en el país lo sabía. Un cilindro de gas lanzado por las Farc contra un grupo de autodefensas parapetado detrás de una iglesia llena de gente asustada, eliminó de modo fulminante y en segundos al 10 por ciento de los habitantes de Bellavista (nombre del casco urbano de Bojayá), y sacó tristemente al pueblo del anonimato para incluirlo en las agendas del Estado y de toda suerte de organismos de asistencia mundial. Pero el ataque no solo volvió carne y hueso lo que siempre fue invisible, sino que sembró los cimientos de un nuevo Bojayá. |
© 2004 Chocó 7
días
http://www.choco7dias.vze.com