BDSM es una sigla en inglés formada de la siguiente
forma: las letras B y D iniciales
son de bondage (ataduras, ligaduras, de
bond, atar) y discipline (disciplina), las D y S del medio, domination
(dominación) y submission (sumisión) y las
S y M finales, sadism (sadismo) y masochism (masoquismo).
Según
mi punto de vista, (y el de mucha otra gente, que cree que en realidad BDSM se
debería llamar EPE, "erotic power exchange", intercambio
erótico de poder) BDSM, que es percibido por el resto de la gente como algo
acerca de dolor u agresión, es en realidad acerca de intercambio
de poder. Uno manda, y el otro acepta ser mandado.
El dominante saca su
satisfacción de la sensación de poder de someter al otro, de tener el control del otro a
un grado en que uno no lo puede tener en la vida real.
El sumiso, de la sensación
de indefensión de no tener control sobre lo que pasa, de
entregarse al otro en una forma en el que uno no se atrevería a hacerlo
normalmente.
Desde luego, entre personas normales, (ver seguro,
sensato y consensual) es fantasía. Ni el dominante tiene al otro en su
poder para hacer lo que quiera sin límites, ni el sumiso corre ningún
peligro real de que el otro abuse del poder otorgado.
Pero en la escena lo parece. Y esa es para mí la razón de que los demás,
incluidos los psicólogos, no entiendan BDSM. Están tratando de entender
por qué a alguien le pude gustar sufrir, que es secundario en las
escenas, y no por qué alguien le gusta dominar o ser dominado.
Si
bien no son de nuestro interés, el término engloba también otras prácticas
y fetiches, (que consisten en alcanzar la excitación sexuales por elementos no
habituales), como ropa de cuero, tradicional símbolo de BDSM, adoración de los
pies, besar u oler ropa del otro. También se incluyen los juegos de agua,
como jugar con orina o materia fecal, y también vestirse y actuar como el otro
sexo.
BDSM
es, por lo tanto, un término que engloba diferentes tipos de fantasías
sexuales que, a veces tienen poco en común salvo no ser las tradicionalmente
aceptadas como sexo.
Desde
luego, a nadie le gustan o lo excitan todas estas formas. Cada individuo tiene
su fantasía personal, y a veces uno no entiende como al otro lo puede excitar
hacer algo que a uno le parece desagradable o repulsivo. Pero así es la gente, y
hay que aceptarla como es.
El
dominar o ser dominado, el estar atado a merced de otro o el tener al otro a
nuestra merced, el recibir o dar golpes son fantasías sexuales que excitan a
muchas personas si no a la mayoría.
Se
dice que más de la mitad de la gente tiene fantasías de algunos de estos
tipos. Y de ahí el éxito de “Historia de O”, de “Belle de jour” o de
“Nueve semanas y media”, que mostraban prácticas de BDSM.
Algunas
personas deciden hacer realidad sus fantasías, y actuarlas, y estas componen la
comunidad de BDSM, que está compuesta por gente tan diversa como sus gustos y
tan normal en su vida real como cualquiera.
El
actuar las fantasías puede tomar muchas formas, como cualquier otro tipo de
actividad sexual. Puede ser en un encuentro con un conocido, (es peligroso para
el sumiso someterse a desconocidos) puede ser pagando a profesionales (hay
muchos), o puede ser practicado por parejas que comparten este interés. Como
en cualquier otra relación, compartir la fantasía con una persona con la que
uno está íntimamente relacionado es la forma mas satisfactoria. El amor mejora
el sexo y las fantasías, porque es la forma más profunda de compartir.
En
cuanto a la práctica en sí, si el interés es el castigo, este puede ir desde
unas palmadas suaves solamente para excitar, a una real paliza que deje al
sumiso magullado por varios días.
Lo
mismo ocurre en las otras prácticas. A algunas personas les basta la actuación,
otras necesitan algo de acción, y otras sólo se excitan con lo extremo.
La
orientación sexual de los participantes puede ser, como en otros tipos de
relación sexual, variada. Se da entre heterosexuales, entre homosexuales o como
práctica grupal.
BDSM
se puede integrar a la vida de la pareja como actividad ocasional, en la que se
juegan escenas por sí o como preludio al acto sexual, o puede ser una forma de
vida permanente, como mantener una relación Esposo dominante/esposo dominado
(en la que tanto la mujer como el hombre puede cumplir cualquiera de los
papeles), o una relación permanente Amo/esclavo, en la que una persona da
control total a la otra sobre su vida. (Bueno, más o menos total, ya que la
relación Dominante/sumiso es muy compleja). También puede ser una relación Señor/sirviente,
en la que si la dominante es la mujer, a veces el hombre se viste de
“mucama” y actúa como tal.
En estos casos el castigo suele ser dado por "mal comportamiento" en
la vida real.
Entonces,
BDSM es diferentes cosas para diferentes personas. Y tal vez algo diferente para
Ud. Lo único que es necesario es
que ambas partes encuentren satisfacción de su papel en la relación. Después
de todo, sólo es fantasía.