Para leer sobre los castigos tradicionales en los pies, vea
el artículo sobre bastinado y falaka
Pegar en los pies puede ser divertido, especialmente si Ud.
tiene algo de fetichismo con ellos.
Tenga cuidado: los pies son sensibles y delicados, llenos de
pequeños huesos que se rompen fácilmente. Lea el artículo sobre
seguridad. Caminar al día siguiente sobre pies
doloridos puede ser excitante para alguien al que le gusta, pero caminar
con muletas, o usar una silla de ruedas, no lo es.
Así que si va a pegar en los pies, use una vara corta y liviana, o una tablita de
madera corta y delgada o una regla, un flogger o una correa, y pegue solo
por el ardor, no para producir dolor, moretones o cortar la piel.
Y ahora, al juego.
Primero, las posiciones. La posición tradicional para la
falaka, con el castigado acostado boca arriba, y los pies atados bien alto
es mi favorita, porque el dominante puede ver la cara del sumiso, lo que
no es posible cuando se pega en las nalgas. Si los pies están bastante
altos (a la altura de la cintura de una persona) el castigado no puede
alcanzar las ligaduras, por lo que no es necesario atar las manos. Ver los
ojos húmedos del sumiso, los inútiles movimientos de sus manos, el cuerpo
estremecido de dolor es realmente un placer.
El sumiso, con
sus manos sueltas pero inútiles para sacarlo de su posición, verá sus pies
vulnerables allá arriba, los movimientos de dominante, el golpe cayendo,
temerá el dolor sin poder hacer nada por evitarlo. Su sensación de
indefensión, de estar a merced del otro será completa. (para detalles y
más posiciones, vea Posiciones (11)
y (12))
Los pies podrían ser atados juntos, para poder pegar en
ambos al mismo tiempo, o separados. Si se los ata juntos, a medida que el
dolor se acumula el sumiso tratará de cubrir alternadamente un pié con el
otro. No es un mal espectáculo, pero si quiere pegar sin interferencias
ate los dedos grandes de los pies uno al otro.
Si además los ata tensos hacia atrás, a los tobillos,
obtendrá unos pies paralelos e inmóviles.
Con la mayor parte de los instrumentos, sólo será necesario
pegar con un giro de la muñeca. Sólo para usar una correa deberá girar el
antebrazo, pero tenga cuidado.
Y como pegar? Depende de los resultados que quiera lograr.
Si tiene bastante tiempo, ate al sumiso en la posición elegida, consiga
una silla para Ud., siéntese cómodamente y pruebe la técnica del bastinado.
Pegue sólo lo bastante fuerte para obtener alguna respuesta del
castigado, y siga pegando regularmente y rítmicamente en los dos pies al
mismo tiempo, o alternando en uno y en otro. Controle el estado del
sumiso, porque después de un tiempo el castigo puede convertirse en algo muy
duro. Puede ser que consiga drogarlo con endorfinas, pero recuerde que
alguna gente enloqueció sometida a esta tortura.
La técnica para castigos sensuales de pegar de suave a
fuerte, parar, acariciar los pies, y recomenzar puede funcionar también.
Si lo que quiere es castigar, pegue más fuerte (con
cuidado). Cambie los ritmos, cambie el lugar de los golpes.
Pruebe la reacción del sumiso cuando pega en la parte más
carnosa, justo debajo de los dedos, pruebe en los arcos (el medio del pié
del lado interior), en el borde exterior, en los talones.
Para mi, los dos primeros son más sensuales, porque arden,
y el borde y el talón duelen más.
Algunos recomiendan hacer obligar al sumiso a caminar sobre
sus pies desnudos después del castigo. Se supone que la compresión disminuirá la
inflamación producida por los golpes. El frío (hielo, paquetes de hielo
para deportistas, agua fría) también ayudan
Y desde luego, abrazos y caricias, expresarle al sumiso
cuanto lo ama, también ayudan (y mucho) a reponerse de la experiencia.