"We don´t see things as they are, we see things as we are.

No vemos las cosas como son, las vemos como somos."

Anais Nin

Imagen de Cobb

 

Es temprano, deben ser por ahí las 8 de la noche, por la 19 todo es algarabía, las calles están llenas de jóvenes y otros no tanto que con la excusa del viernes se han reunido aquí para divertirse, yo observo desde la puerta de mi "negocio"; un grill de mala muerte que me permite alimentarme sin levantar sospechas y me deja el dinero necesario para sostenerme. En la pista de gelatina verde rancia, iluminada por una raquíticas luces que parecen de árbol navideño un par de mujeres borrachas se pelean frente a mis clientes quienes con ojos de depredador las observan mientras en forma inconsciente se pasan la lengua por los labios y eventualmente la mano por otras partes.

Mientras yo, desde una de las mesas como otro más de los habitantes escojo de cual de estos pobres miserables me he de alimentar para luego dejarlo abandonado en un callejón sin su billetera. La policía entra y es hora de pagarles la suma habitual para que se hagan los de "la vista gorda" y nos dejen trabajar en paz. Hoy le tocó al sargento García, perdón, a mi sargento García, viene a cobrar lo de la semana pero aprovecha para alegrarse un rato con "la mona", en uno de los cuartos que se supone no tenemos, la "mona" es una sentandereana de unos dieciocho años que entró a trabajar hace como dos, la pobre está ilusionada con que García la va a sacar de aquí; si supiera que la última a le que le hizo esa promesa la encontraron molida a golpes cerca al cartucho después de que se puso a presionarlo. Bueno tal vez lo sepa ya pero no creería que él es capaz de algo así, pero yo sé que si, lo vi y fotografié, es bueno tener un as en la manga en caso de emergencia.

Por ahora dejémoslo practicar sus pequeñas perversiones inocente de lo que realmente soy y de la forma en que él está jugando para mí, maldición estoy hablando como un hijueputa Ventrue, ja, ja, ja.

 

La zona más iconoclasta de la ciudad y también en muchos aspectos la más tolerante. En ella, entre las casas y edificios que datan de épocas anteriores se reúnen, jóvenes y adultos con múltiples visiones, están los punks, los estudiantes tradicionales, los bohemios, los trabajadores, los atracadores, los skinners, todos reunidos bajo la sombra de Monserrate.

El centro es punto de encuentro para casi toda la ciudad, la alcaldía, el palacio de Nariño, el congreso, muchas de las instituciones de control, la Luis Angel Arango (la biblioteca más grande del país), etc. Lo convierten e un heterogéneo caldo de cultivo de las relaciones interpersonales en la ciudad. Pero esta no es la única visión que existe acerca del sector, están también los que le temen, los que a toda costa lo evitan, los que por ningún motivo recorrerían voluntariamente sus calles.

Sobresalen:

Barrio La Candelaria

Conocido como el centro histórico de la ciudad porque fue en él, donde se fundaron las primeras doce chozas de la capital. En este barrio encontramos museos, teatros, galerías, escenarios culturales, bibliotecas, algunos, de estos sitios ubicados en hermosas casas coloniales.

Plaza de Bolívar

Después de pasar por varios nombres, en 1846 tomó definitivamente el nombre del Libertador. La Plaza de Bolívar ha sido epicentro del acontecer nacional. Alrededor de ella se encuentran La Catedral, La Capilla del Sagrario, El Capitolio Nacional y el Edificio Liévano, sede de la Alcaldía Mayor.

La Catedral

Terremotos y errores arquitectónicos hicieron que fuese reconstruida varias veces entre 1538 y 1823. Finalmente el clérigo arquitecto capuchino Fray Domingo de Petrés fue el responsable de su última remodelación. Sus paredes albergan próceres y personajes de la vida nacional entre los que se destacan los restos de Gonzalo Jiménez de Quesada, Antonio Nariño, el pintor de la colonia Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos (o al menos eso es lo que los mortales creen). También se encuentra bajo su Custodia Procesional una amplia colección de libros que data de 1612.

La Capilla del Sagrario

Esta construcción iniciada en 1660, se finalizó en 1700. Este museo aloja las obras más valiosas del pintor Greogorio Vásquez de Arce y Ceballos, con temas del Antiguo y Nuevo Testamento, realizados en los años que permaneció preso. El señor Gómez de Sandoval encargado de la construcción no alcanzó a ver el templo terminado, en la actualidad es el haven de Arce y Ceballos y su refugio en su cada vez mayor aislamiento.

Capitolio Nacional

Esta construcción arquitectónica de estilo neoclásico y renacentista, es reflejo de la transformación política en Colombia. Fue construido bajo la presidencia de Tomás Cipriano de Mosquera en 1847 y finalizado totalmente en 1926. Este edificio cuenta con tres grandes salas: una para el Senado, otra para la Cámara de Representantes y una tercera donde se reúne el Congreso en pleno y eventualmente algunos de los más poderosos elders que en su mayoría se han alejado de la vida pública en la Camarilla.

Casa Museo del 20 de Julio

Esta casa construida en 1601, propiedad en aquella época del comerciante español Gonzales Llorente, es conocida principalmente por el incidente del florero de Llorente; chispa que prendió la guerra de la Independencia el 20 de Julio de 1810 entre criollos y españoles, quienes tomando prisionero al Virrey, proclamaron la Independencia en acta solemne. Este museo exhibe documentos de la época colonial como la Declaración de los Derechos del Hombre, el jarrón que don Antonio Morales solicitara a Gonzáles Llorente y la prensa de mano que imprimió la totalidad de la propaganda revolucionaria, es un recordatorio permanente del poder de las revoluciones (es algo así como un tesoro Brujah no oficial).

Teatro Colón

Inaugurado el 27 de Octubre de 1895, ha sido desde sus inicios uno de los centros culturales más bellos y mejor conservados de la capital. Innumerables presentaciones de orquestas nacionales e internacionales, grupos de danza de talla mundial han mantenido su gran prestigio, otro de los baluartes de los Toreador y los Ventrue a la par, por casi un siglo fue el Elysium no oficial, el club de la elite de la Camarilla.

El Palacio de Nariño

Construido en 1905 bajo la administración del General Rafael Reyes, no sólo es la casa del Jefe de Estado sino que en él funcionan las principales dependencias de la Presidencia de la República. El inmueble fue adquirido por el Gobierno en 1888 y erigido sobre la casa materna del Precursor Antonio Nariño. Los ricos salones de Palacio albergan obras de arte, gobelinos y muebles de enorme valor. En el patio de armas se encuentra la estatua de Antonio Nariño.

Cerro de Monserrate

A 2.800 mts. sobre el nivel del mar, se eleva esta montaña legendaria a donde van a peregrinar numerosos colombianos. En su Santuario yace una de las más hermosas estatuas españolas del siglo XVII conocida como "El Señor Caído de Monserrate". Esta obra fue realizada por el artista Pedro Lugo Albarracín y donada al santuario en 1650, pero bajo sus pisos se esconde el Chantry Tremere que ha aprendido a utilizar esa fe en su favor y como un escudo en contra de los ataques de los enemigos, especialmente los Tzimisce, el medio exacto para hacerlo es un muy bien guardado secreto.

En el cerro se encuentra un mercado de artesanías y algunos restaurantes, desde donde se puede apreciar un gran panorama de la Sabana de Bogotá.

El Camarín del Carmen

Es otra sala de conciertos, que al igual que el teatro Jorge Eliécer Gaitán están bajo la tutela de los Toreador.

Planetario Distrital

Situado en el hermoso Parque de la Independencia, ofrece el gran espectáculo de una bóveda celeste reproducida con lujo de detalles, maravillosamente viva. Sus fascinantes programaciones con explicaciones didácticas y sus ciclos de interesantes conferencias nos permiten acercarnos a los misterios celestes. Es uno de los sitios preferidos por los Brujah y los Nosferatu.

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