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Kindred: Geografía Cainite: El Muro de los Lamentos
"Si busca los signos de lo antiguo,
lo ancestral anterior a monte y valle,
la transformación de las formas,
el principio del dolor humano,
girando los rasgos del sentido,
de la calma soportada,
del final como inicio
hacia lo insaciable,
ah, sólo en la obra de los destructores
ver los signos avidados
copas frías y pálidas
y lo profundo concluido."
Gottfried Benn (1886-1956).
En algún lugar de la ciudad que sólo los más altos Tremere conocen existe un muro, una lámina de roca para ser más exactos, que data de una época por mucho anterior a la llegada de los españoles. Esta laja mide cuarenta y nueve por cuarenta y nueve metros, es un cuadrado perfecto dotado de un borde a manera de marco de 7 centímetros de ancho en oro macizo completamente cubierto de inscripciones tan antiguas que aún durante el reinado Muisca solo muy pocos de los sacerdotes más ancianos las podían comprender.
En la roca existe un registro de nombres según parece de todas las víctimas de los vampiros en la sabana de Bogotá desde tiempos inmemoriales, escritos en caracteres intangibles sobre su superficie. El registro consta de muchas "páginas" que se pueden cambiar a voluntad por el observador al pasar la mano de arriba hacia abajo o de abajo hacia arriba frente al muro (avanzar y retroceder respectivamente). De acuerdo a la época a la que se refiera la "página" los nombres aparecen en el idioma y escritura de la época incluyendo también el nombre del vampiro que tomó su vida.
El origen del muro es desconocido, el aura que lo rodea siempre es un reflejo de aquel que está observándolo, así que por medio de disciplinas ha sido muy difícil extraer información acerca de su pasado, en el caso de los que pueden leer las vivencias de los objetos en todos los intentos la retroalimentación que les da el muro los ha dejado catatónicos por días o incluso meses, cualquier Toreador tiene una dificultad de +1 para no quedar paralizado frente al muro por un lapso igual a 20-Willpower turnos.
En la actualidad el muro sigue registrando cada muerte pero para sorpresa de muchos el número es menor al de desapariciones y acerca de los neonatos y vampiros desaparecidos son pocos los que aparecen en él.
Algunos dicen (los Nosferatu para ser más precisos) que el muro es capaz de permitir ubicar a cualquiera que se halle en sus páginas vivo, muerto o no-muerto, pero el problema es que el medio para hacerlo se ha perdido, o al menos eso parece.
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