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Puedo pecar de petulante, entre otras muchas cosas, por presuponer que la estela representada en las páginas anteriores fuera producida por un artefacto (artis+factum, hecho con arte) producto de una ingeniería avanzada y tripulado por seres (en plural) extraterrestres, pero no me quedan otras explicaciones razonables. No podría descartarse que fuese un ingenio puramente mecánico, sin tripulantes. O tripulado por un ser único en su género que se hubiera fabricado por sí mismo el artefacto. Pero me parece improbable. Además, ya cuento con la información, hasta algún punto fiable, de los numerosos testimonios anteriores, en otras épocas y lugares.

     

De todos ellos, el más significativo: la Biblia. No soy experto ni fanático de la Biblia. Para mí es sólo un libro antiguo, con todo su valor documental y con todas sus lagunas e imprecisiones. Para muchos, millones, lo es todo en sus vidas (Amish, Menonnitas y multitud de personas de horizonte limitado). Mi conocimiento de este texto "sagrado" es mínimo, a pesar de haberlo estudiado en el colegio. Tampoco conozco mucho el otro "libro", el Corán, que tiene un notable paralelismo ideológico con la Torah (biblia original hebrea). Lo he leído un par de veces superficialmente y he sacado la impresión de que es una reedición de la Biblia, siglos más tarde, con otros elementos culturales e históricos. Ambos libros, como otros textos de otras culturas, son "sagrados", es decir, relacionados con la divinidad. Si no estoy muy equivocado, la raíz latina "sacrum" está emparentada con el término eslavo "sakriven" ( oculto o cubierto ) y ambos procederían de una raíz indoeuropoea "korov" (tejado).(Ver más abajo otras versiones) Así pues, los libros sagrados tendrían un contenido oculto, inaccesible para la mayoría de profanos. Son pues los expertos (sacerdotes) los únicos capacitados para interpretar adecuadamente su contenido, y, los demás, amén.

     

Han sido pues numerosos los exégetas (intérpretes) de la Biblia desde tiempos inmemoriales. Pero su contenido se escribió, suponemos, para salvaguardar la memoria histórica del pueblo de Israel. Obviamente no se empezó a escribir el mismísimo día en que Adán recibió vida (y lengua), sino que debió de empezar a registrarse cuando la escritura ya era un hecho corriente (escribas) y se anotaron en primer lugar las leyendas, creencias y tradiciones orales más antiguas (Génesis). Nada es perfecto, por lo que hoy en día nos encontramos con lagunas imposibles de rellenar. Para los autores ciertos datos eran relevantes y otros no. Además, numerosos doctores se han basado en traducciones del original hebraico, con estructuras gramaticales difíciles de transcribir, como el "aoristo", que provocó sangrientos conflictos religiosos por la interpretación de la virginidad de María.

     

Más notable aún es la confusa denominación original de la palabra que ha sido traducida a todos los idiomas como "Dios". Resulta que se escribe (pero es pecado pronunciarla) como "Elohim", en la inmensa mayoría de casos. Pero en otros es YHWH, o sea, Yavéh (o Jehová), para entendernos. He encontrado en la Red diversas interpretaciones a este nombre basadas en la etimología semítica, pero a mi modesto entender podría tratarse de una transcripción fonética de un nombre alien. Algunas versiones de la Torah lo traducen como "El Eterno". La confusión crece cuando uno se entera de que "elohim" significa "ellos", puesto que la creencia que se expresa en la Biblia es monoteísta. Para más INRI, resulta que la palabra Allah, el Dios único, es etimológicamente equivalente a Eloah, singular de Elohim. Yo nunca habría tenido conocimiento de estos detalles de no ser por la explicación que me facilitó un compañero de trabajo, hacia 1988. Este colega, V.U., persona intercultural por necesidad (argentino-hispano-israelí de ascendencia judeo-rusa) es una persona con un importante currículum, que también tuvo alguna visión de luces anormales. Desde aquella conversación me quedó claro que la historia bíblica se había motivado y construído en buena parte bajo la influencia de seres extraterrestres cuyos poderes despertaban el temor de los antiguos (y también de nosotros) hasta el punto de pasar por alto sobre la lectura de la palabra temida y sagrada. Se ha repetido siempre que la Biblia ha sido revelada por "Dios" (o sea, Elohim, o sea, "ellos").

     

La persona de Yavéh tiene una presencia destacada en la narración de la destrucción de Sodoma y Gomorra. Temible episodio que muestra la fragilidad humana ante los poderes de arriba. La razón del castigo quedó escrita, pero no con exactitud. Si se leen con detenimiento esos párrafos se puede comprobar que había algún otro motivo más serio que la perversión moral de sus habitantes, simples mortales entregados a sus instintos animales de cualquier época pasada o presente. Pero Yavéh ocultó parte de la verdad a Abraham. Hagan un ejercicio a ver qué descubren.

     

Sorprende la descripción que se hace de Yavéh que da a entender que su apariencia era humana y se comunicaba con un lenguaje corriente, sin traductores. Tal vez era (o sigue siendo) un humano "criado en cautividad", con rango de comandante de "platívolo", por aquel entonces. Tampoco se da ninguna descripción rara de sus acompañantes. Dice: "los otros dos". Creo que al leer la Biblia deberíamos hacerlo desde el enfoque extraterrestre y entender que "ellos" nos visitan desde hace miles de años. No conozco los libros que se han escrito con este enfoque (sé que los hay) ni la abundante literatura disponible en Internet, en la que se pueden encontrar numerosas referencias (por ejemplo, con Altavista) a la palabra "Elohim", la mayoría demasiado místicas y esotéricas, cuando no sectarias.

     

Por el mismo motivo tampoco se puede dar crédito a los nombres y orígenes asignados a los extraterrestres. Solamente si algún día "ellos" deciden presentarse abiertamente y sus actitudes son sinceras (difícil será de comprobar), podremos conocerlos por su nombre. Me parece improbable que esto suceda, salvo que a ellos les interese, para nuestro bien o para nuestro mal. No debemos esperar que se den a conocer por puro "compañerismo" (hola, que tal, yo soy Fulano de Tal y pasaba por aquí). No hay que olvidar lo que son las clases, y la nuestra parece estar debajo. Además, mientras no se den a conocer, siempre estarán a tiempo de hacerlo. Tal como dice un proverbio árabe, "antes de decir una palabra eres dueño de ella, pero una vez pronunciada te conviertes en su esclavo". Una vez establecido el conocimiento no sería posible borrar ese hecho de nuestra Historia. Sería un hecho irreversible, lo que en Física se entiende como "entropía", que es algo de por sí poco deseable, y menos para el que sufre sus consecuencias.

Nota sobre la etimología de "sacrum":
Del "Diccionario etimológico indoeuropeo de la lengua española", de Roberts y Pastor, extraigo estos datos:
korov- raíz de términos militares: albergue, heraldo, ...
krau- origen de términos con significado de "oculto": criptografía, cripta, apócrifo, ...
sak- significado general de "santo", del que derivan "sacer", "sacerdote", "sagrado", ...
Esta deducción, difícil de replicar por la profesionalidad de los autores, me resulta un poco forzada. La acepción más general de "sagrado" es "intocable" o "inviolable", so pena de padecer consecuencias desagradables imprevisibles, por razones misteriosas. Es lógico que "sagrado" se relacione con "santo", en temas religiosos, pero el ámbito es más amplio, aunque quizá sólo por extensión. Yo escogería "krau-", o bien "sak-"+"krau-" como origen. Como apoyo a esta hipótesis quiero recordar que "sacramento" en croata se dice "svetotajstvo" y en serbio "sveta tajna". Ambos quieren decir "santo secreto"

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