CARA Y SELLO

Por Ricardo Echeverry Vargas

Referendo y algo más

Después de la doble jornada del 25 y 26 de octubre hay mucho que comentar y analizar y por eso seremos breves y puntuales, dejando opiniones para posteriores columnas, pues hay mucha tela que cortar respecto al debate electoral en mención.

Se hundió el referendo pese a la intensa campaña presidencial a su favor y a la popularidad vigente del doctor Uribe Vélez, pues la gente ha entendido la acción contundente de su gobierno contra los grupos al margen de la ley, pero también han entendido las equivocadas y ruinosas políticas económicas del mismo gobierno que afectan a las clases populares con un alto desempleo y miseria. Por esto la gente rechazó el referendo. No más injusticia con los asalariados.

Como lo habíamos expuesto oportunamente, Julio Ibargüen ganó las elecciones a la gobernación por los méritos, calidades y características descritas y porque contó con un equipo de campaña que supo hacer lo adecuado para lograr el favor de las mayorías, como ocurrió... Ah, y hay que mencionar los errores y debilidades de los contendores.

El gran perdedor fue el doctor Carlos Escobar y entre las causas que le impidieron ganar, no obstante su importante votación a favor, se mencionan principalmente dos. La primera se refiere a un llamado voto de castigo, ya que su paso como alcalde de Quibdó fue inocuo e intrascendente para los quibdoseños. Y por otra parte, por su afinidad política y familiar con el actual gobernador William Hálaby, a quien le endilgan también su intrascendente gestión financiera–administrativa, en especial en lo referente a la ley 550, cuyos principales afectados han sido los jubilados, a pesar de que en dicha ley tiene prioridad en el pago de sus mesadas. Pero no fue así, quién sabe por qué. Todo esto incidió y Carlos perdió, aparte de que para algunos que saben de manejos políticos, las vacaciones del gobernador a la hora de las elecciones fueron de lo más inoportunas.

Pero a pesar de las críticas al doctor William Hálaby, todavía hay gente importante que confía en el, ya que alguien oyó por la radio: Juan Pablo Montoya se queda con "Williams".

Del nuevo alcalde de Quibdó, John Jairo Mosquera, sólo nos limitaremos a decir que salió elegido porque tuvo un excelente y amplio Patrocinio. La incógnita es: ¿actuará y decidirá el nuevo alcalde por cuenta propia o tendremos a su patro-cinador actuando y gobernando en cuerpo ajeno?... Esperemos a que comience su labor y veremos.

De los nuevos alcaldes elegidos en las grandes capitales ha llamado la atención el triunfo de Apolinar Salcedo en Cali, no solo por ser de origen popular y humilde, sino por ser invidente o ciego, lo cual no le ha impedido el éxito en las distintas actividades emprendidas. Claro que no es el único alcalde ciego del país ya que el de Quibdó últimamente no ve las calles céntricas destapadas, ni la ineficacia de muchos de sus colaboradores. No ve bien.