Actitud generosa y grandeza en la derrota

Si van a llenarse de dinero en los cargos públicos, por lo menos que suelten algo anticipadamente. Fue el raciocinio, crudo y rotundo, del común de los votantes el domingo 26, día electoral.

¿Hambre, desmoralización colectiva, secuelas de la corrupción estatal? Algo hay de cada cosa. Dentro de pocos días serán cosas del pasado. Solo algunas experiencias que dentro de un año alguien recordará: si no tiene mil millones de pesos, no podrá ser elegido. Solo la inversión acometida estremeció el abstencionismo. Aumentó la cifra electoral. Es posible elegir un senador. Ningún sector político solo elige. La lucha futura será entre coaliciones, no importa el origen. Cada día se borrarán más las fronteras partidistas. Se nos olvida que estamos en el tercer milenio y que los años imponen nuevos destinos.

Mis dos candidatos perdieron. Estaba escrito. Pero, como dice Maturana, "perder es ganar un poco". A Higinio le recuerdo lo que un día dijo Roosevelt: "En la vida hay algo peor que el fracaso: el no haber intentado nada". Y Rosa debería decirle a los quibdoseños lo que Cristo exclamó en Jerusalén: "No lloréis por mí, llorad por vosotros".

Contra viento y marea, sin plata, ni maquinaria, Higinio cuenta hoy en su haber político con 11.000 amigos, que si los escucha y trata bien, son un hermoso capital. Analistas y observadores decían que si sacaba 5.000 votos era un berraco. Así estaba de minado el camino.

Junto a otros veteranos amigos del MLP, pienso que en el actual momentocrucial en que estamos es necesario luchar por la integración del Movimiento, sin discriminación, ni calificativos denigrantes. Reencontrarnos sin individualismo con la más alta pertenencia para resguardar la reseña histórica de los que hemos sido en el pasado: alternativa política y de poder como que alternamos, con nombre propio y valores auténticos, en el Parlamento, gobernación, alcaldía, asamblea y concejo regional. Triste sería pesar que por facilismo y oportunismo, podamos permitir se fraccione anarquice como apéndice para el triunfo de otros, gestos sin grandeza que la historia reseña. Pienso, como en principio de dicho, que el futuro es de coaliciones, si es preciso hay que llegar a ellas con la altura y dimensión de los que hemos sido.

Temo que la incomprensión en unos y la arrogancia en otros malogren la posible integración del MLP, sería un triste final. Que disfruten de su triunfo los de "Singapur" pero no olviden que la victoria puede ser más grande, próspera y fructífera si mañana vamos unidos.