QUÉ SABE UD. DEL CHOCÓ?

Por Edgar Hidalgo T.

¿Que sabe usted sobre las minas de los Mosquera y la economía del Chocó en el siglo XIX?

Durante la Colonia y hasta 1850 aproximadamente, Popayán fue el más importante centro urbano, administrativo y comercial en el suroccidente de Nueva Granada.

Desde 1540 se habían establecido en Popayán inmigrantes europeos quienes dieron origen a una élite de familias que con el paso del tiempo se convirtió en la aristocracia criolla dominante. Los Figueroa, Hurtado, Arboleda, Valencia, Arroyo y Mosquera eran las familias más ricas y distinguidas de Popayán.

Todos ellos terratenientes, dueños de minas y esclavizadores estuvieron muy ligados al Chocó, especialmente los Mosquera, poseedores de ricos lavaderos de oro en los distintos mineros del Chocó.

Don José Joaquín María Mosquera Figueroa y Arboleda y doña María Manuela Arboleda y Arrachea fueron los padres de una rama de Mosquera: Joaquín, Dolores, María Manuela, Petronila, Manuel María, Manuel José y Tomás Cipriano, cuatro veces Presidente de la República.

Las minas de los Mosquera Arboleda estaban ubicadas en Citará, Bebará, Istmina, San Pablo, Nóvita,Tadó y Condoto. Una de las más ricas era la de San José (¿Tadó?).

En 1818 don José María decía en

carta a uno de sus hijos que los negros esclavizados en la mina de San José habían hecho mucho daño en el entable y que su sobrino José Rafael iría allá para administrar este yacimiento lo mismo que la mina de San Pedro, cerca de Istmina. En 1823, según consta en varias cartas y cuadernos de cuentas, Tomás Cipriano recibió 1.154 castellanos y siete libras de oro que le enviaba su socio Domingo de Varela desde las minas de Nóvita

Entre 1857 y 1860 Aníbal Mosquera, hijo de Tomás Cipriano, administraba las minas de su padre en Citará, donde trabajaban alrededor de 400 personas esclavizadas.

Hoy el emporio minero de los Mosquera ya no existe, pero este apellido, heredado de los esclavizadores, el cual llevan muchos chocoanos, especialmente en la región del San Juan, recuerda los tiempos en que el oro chocoano acrecentó la fortuna de la opulenta aristocracia de Popayán.