EDITORIAL

¿Un ministro culebrero?

Se cierra este año con una buena noticia. El ministro Andrés Uriel Gallego, llamado "culebrero" en alguna oportunidad por Piedad Córdoba, nos ha dado la buena nueva de que se acaba de adjudicar la construcción de la carretera Istmina–Pepé–Puerto Meluk, en un contrato por 4.750 millones que asegura su mejoramiento y terminación.

En carta a Chocó 7 días, el ministro del transporte asevera: "Es la primera salida al mar del departamento del Chocó, ya que utilizando el sistema intermodal (Puerto Meluk–Río Baudó–Pizarro) se podrá llegar al mar Pacífico en aproximadamente 3.5 horas". ¿Y por qué se dirige a Chocó 7 días para dar la primicia? Porque el conoce nuestra tenaz y casi solidaria lucha por hacer realidad el propósito máximo regional de obtener una salida al mar por vía carreteable.

Desde luego, no es esta la vía que hemos demandado, reclamo en el que hemos sido asistidos por el Comité Cívico por la Dignidad del Chocó, de tantas jornadas y logros positivos.

La alternativa Puerto Meluk–Río Baudó–Pizarro constituye una variante interesante llamada a beneficiar al Baudó, al San Juan y a sus gentes.

Aún cuando Pizarro está en el Pacífico, no ofrece las posibilidades de puerto que el Chocó le brinda al mundo en Tribugá, para lo cual hay que terminar el proyecto hacia Nuquí que es la antigua aspiración de los chocoanos, del eje cafetero y la fórmula para dotar de un puerto alterno en el Pacífico al país, con todas las ventajas que brinda una situación privilegiada por la naturaleza.

Al ministro del transporte Andrés Uriel Gallego le criticamos en el célebre debate sobre el puerto de Buenaventura, propuesto por la representación del Valle del Cauca, –en oposición a la posibilidad de construir el de Tribugá– que no se hubiera referido igualmente a la imperiosa necesidad de terminar por fin la vía hacia Nuquí –nuestra anhelada salida al mar– sin la cual el solo puerto de Tribugá no tiene sentido.

Dolidos como estamos de que en el Plan de Desarrollo vigente no se haya contemplado esta magna obra, con la pasiva complicidad de nuestros voceros en el congreso, cómo no registrar y exaltar que en últimas –así sea bajo "el sistema intermodal"– se le encuentren salidas a nuestro embotellamiento. No es suficiente, repetimos. Pero es algo. Lo que sigue de aquí en adelante es recabar la necesidad de redoblar la lucha para conseguir que se remuevan los obstáculos que impiden la continuidad y terminación de la vía al mar que, repetimos, no solo interesa a los chocoanos sino al país.

Por lo pronto hacemos votos para que este ministro "culebrero" haga parte del equipo de gobierno durante el cuatrenio del Presidente Uribe Vélez, según su predicado.

Y que no corra la suerte de sus otros colegas llamados a calificar servicios. Todo para significar que seguimos expectantes y esperanzados en las intenciones del ministro Uriel Gallego, por aquello de que 'obras son amores'.