¿Chocó sin subsidios de vivienda?

Por Jaime Giraldo Quintero

El sueño de una casa propia desvela a más de uno, máxime cuando las condiciones económicas y laborales se vuelven difíciles en el país, especialmente en Quibdó. Frente a este panorama aparecen las políticas del gobierno en materia de vivienda como una "solución" para quienes necesitamos vivienda. Sin embargo, así fue mi experiencia en busca de un "subsidio de vivienda".

En julio de 2002, cuando se abrieron las inscripciones para postulación a un subsidio de vivienda, cerca de dos mil personas reclamamos los formularios, pero solo unos cincuenta llenamos los requisitos exigidos. De esos, cinco salimos favorecidos. Omito los requisitos para llegar hasta esta instancia porque seguramente los lectores pensarán que estoy contando un mal chiste.

Hasta ese momento creía haber logrado una hazaña. Con alegría recibí tardíamente la carta donde me oficializaban la asignación de $7’107.000 para "compra de vivienda nueva", repito, nueva, de interés social, y que tuviese viabilidad certificada por la oficina de Findeter en Bogotá.

Lo más triste fue que me tomé la molestia de llamar a Findeter y me dijeron que Findeter no ha otorgado viabilidad a ningún proyecto de vivienda en el Chocó. En pocas palabras que el subsidio no se puede aplicar, así de sencillo.

Tal vez algún funcionario o entidad esté en tela de juicio en estos momentos por

falta de gestión para estos casos, porque seguramente lo que me está pasando seguirá ocurriendo y no desearía que esto lo tengan que vivir otra persona. Viene entonces mis interrogantes a los dirigentes chocoanos ¿Conocen sobre esta problemática? ¿Piensan dejar escapar esos dineros para otras regiones? ¿En el Chocó no merecemos gozar de subsidios de vivienda?

Esperamos gestiones reales de nuestros nuevos gobernantes. Es inconcebible que peligren los dineros para vivienda porque no estamos preparados para canalizarlos. Los funcionarios públicos deben entender que, más que unos trabajadores de ganan un sueldo, tienen la responsabilidad social de ser los canales por medio de los cuales el gobierno llega a todos los ciudadanos.

En lugar de desilusionar a quienes buscan solucionar su problema de vivienda por medio de un subsidio, deseo mostrar la realidad creo que hoy más que nunca los chocoanos debemos solicitar estas ayudas para obligar gestiones serias en los que manejan la cosa pública. Mi caso no se ha cerrado todavía, estoy haciendo ingentes esfuerzos para no perder esta oportunidad y prometo a los lectores comentarles el epílogo de esta novela llamada "En busca del subsidio de vivienda perdido".