Las últimas venas del Chocó

Por José Freddys Rivas Quinto

Ya han pasado 33 años desde que Eduardo Galeano escribió su memorable libro Las venas abiertas de América Latina donde sentenció que "nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros". La forma como se desangró América Latina, tiene su referente en regiones como el Chocó.

La última vena del Chocó es la biodiversidad en especies de flora, fauna y microorganismos; recursos genéticos; ecosistemas; grupos culturales depositarios de saberes.

Mientras en otras partes del mundo la biodiversidad es una vena que irriga la industria farmacéutica, cosmética, textil, tintorera, nutracética y alimenticia con cifras que alcanzan los 900 billones de dólares, en el Chocó sigue siendo una potencialidad desaprovechada .

Nuestras venas esta vez no se desangrarán tanto por la extracción, sino por las patentes que serán monopolio de las firmas biotecnológicas. Seguramente no saldrán camiones cargados de la rana Epidedobates tricolor, pero si saldrán las muestras necesarias para patentar usos y derivar información genética con múltiples aplicaciones farmacéuticas. La embestida del gigante se avecina con la propuesta indecente del TLC. En ella se pretende ignorar algunos postulados consagrados en la decisión 391 de Cartagena sobre biodiversidad, y además constituyen una violación al artiículo 27 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que establece que "todas las personas tienen derecho a participar del progreso científico y los beneficios que de él resulten".

Algunos creen que con negarse a negociar con los grandes inversionistas de biotecnología basta para ahuyentar la amenaza de las venas abiertas del Chocó, pero es importante recordar que las técnicas para recolectar muestras vegetales, animales y microorganismos son muy sutiles, es fácil pasearse por la geografía chocoana y recoger muestras de cualquier especie, hacer análisis biotecnológicos, aislar principios activos, y patentar usos. De una rana Epipedobates tricolor del Chocó los institutos nacionales de salud de USA (NIH) han obtenido la epibatidina, 200 veces más efectiva contra el dolor humano que la morfina. La patente ha sido vendida a un laboratorio farmacéutico.

Un caso extremo del auge de las patentes lo ha protagonizado la compañía japonesa Asahi Foods que patentó el nombre del "cupuacu" -popular fruta amazónica de alto contenido nutritivo- como marca a nivel internacional. Esto impide que Brasil pueda exportar su fruta autóctona con su verdadero nombre. Es como si alguien registrará almirajó y se erigiera en el único capaz de comerciar dicha fruta con su nombre originario. El hecho provocaría risa si no fuera por el inmenso daño que ocasiona.