Castigar
con azotes ha sido una de las penas más comunes empleadas por el hombre
en la historia. Para azotar se han usado muchos instrumentos diferentes,
algunos de los cuales, como el flagrum romano o el
gato
de nueve colas
se han hecho famosos por su severidad. Otros, como el sjambok de
Sudafrica, relacionado para siempre con el apartheid, se recuerdan como
ejemplo de la crueldad de algunos regímenes.
El
knout de Rusia se destaca por ambos motivos: es un instrumento cruel en
cualquiera de sus variedades, y ha pasado a ser recordado como el símbolo
de la tiranía de los zares.
El
nombre Knout, Knoot o Knut es la transliteración al cirílico de una
palabra francesa, de origen probablemente escandinavo, knut, knot, knout
en Suecia, kntr o knot en Islandia, relacionada con el inglés antigo cnotta,
actualmente knot, y significaba originalmente nudo.
Si
esto suena complicado, agreguemos que el instrumento es probablemente de
origen tártaro.
Tres
látigos diferentes fueron llamados knout en Rusia:
§
un azote
con varias colas de cuero retorcido o trenzado con alambres, los que asomaban
en las puntas y que desgarraban la carne del condenado.
§
un látigo compuesto por un mango de
alrededor de 40cm con una argolla en la punta, a la que se agregaba otra
lonja de alrededor de 20 cm. también terminada en una argolla, a la que
se ataba otra lonja más delgada de cuero duro terminada en un gancho
de metal, también con el propósito de producir heridas profundas.
§
el más
conocido, tenía un mango
de
alrededor de 60 cm, al que estaba atada una
correa del doble de largo, terminada en una argolla de cobre o bronce. A
la argolla se fijaba una tira triangular de cuero de 60 cm de largo y de
alrededor de 5 cm en la base que se afinaba para terminar en una punta.
Esta tira era empapada en leche y secada al fuego o
al
sol (o dejada al aire
libre para congelarse) para endurecerla. La
punta, que se cambiaba cada media docena de golpes, cuando se ablandaba al
mojarse con la sangre del castigado, cortaba como una navaja.
El
knout fue introducido en Rusia por Ivan III en el siglo 15, y usado
por casi 400 años hasta su abolición por el Zar Nicolás I en 1845, quien lo
reemplazó por un azote de tres colas, a veces con bolas de plomo en las
puntas, llamado pleti,
aunque probablemente se siguió usando después. A partir de la campaña
napoleónica en Rusia, en 1914, se usó también en Francia y otros
países europeos.