Lijar
consiste en desgastar, con la ayuda de un abrasivo, las irregularidades que
presenta una superficie, con el fin de conseguir su uniformidad. Esta
definición presenta ciertas connotaciones, dependiendo de la superficie y/o
del producto sobre el cual se va a trabajar, ya que la finalidad será
distinta si el soporte o el producto a lijar son chapa, pintura vieja,
cataforesis, masilla, aparejo, color o barniz.
El
sistema de lijado más utilizado, por calidad y eficiencia, es el que se
realiza en seco. Éste se efectúa a máquina sobre toda la superficie de
trabajo, excepto en las zonas a las que la herramienta no puede acceder,
ejecutándose entonces a mano.
Menos
empleado es el lijado manual al agua, que consiste en humedecer la
superficie a lijar con una bayeta o esponja, a la vez que se realiza el
trabajo con un abrasivo especial (lija al agua) colocado sobre un soporte
(taco de lijado).
Las diferencias entre un sistema y otro son varias. Aunque en el lijado al
agua el polvo es atrapado por el agua, conlleva gran cantidad de
inconvenientes:
Su utilización es limitada, ya que no se
puede usar en el lijado con chapa al descubierto ni en superficies
enmasilladas, debido a la porosidad de la masilla de poliéster.
La superficie ha de secarse antes de la
aplicación de cualquier producto de pintura.
La fatiga que produce al operario un
trabajo manual y la suciedad que acumula el agua.
El tiempo de realización del lijado al agua
es bastante grande con respecto al sistema de lijado a máquina.
Trabajos de lijado
La
reparación de la pintura de un vehículo puede presentar distintos lijados,
incluso con distinto nombre, dependiendo de si se realiza sobre una pieza
nueva, reparada o si se trata de la eliminación de un defecto de pintado.
Mateado
Sobre
la pintura de origen de las piezas de recambio, se realiza un lijado fino
llamado mateado. Este leve lijado produce
una superficie mate, de aquí su nombre. Tiene como finalidad crear una
adhesión mecánica entre la pintura de origen y la que será aplicada
posteriormente.
Se realiza a mano o a máquina, con granos de lija muy finos (P400 ó P500),
con abrasivos tridimensionales, tipo Scotch-Brite
o almohadillas abrasivas.
El mateado también se realiza sobre la capa de color o barniz, cuando se
va a efectuar un repintado superficial o difuminado. Cuando este trabajo
se realice en húmedo, se utilizarán lijas especiales.
Lijado de bordes
Este
lijado se realiza sobre la superficie reparada por el chapista. Tiene como
finalidad eliminar el desnivel de la capa de pintura entre las zonas
reparadas y las que conservan su estado inicial, consiguiendo un desnivel
progresivo entre capas y evitando bordes de pintura sin adherencia al
soporte.
Se realiza en seco y a máquina, con lijas P80, P100 y P150.
Lijado de masillas
Las
masillas de relleno utilizadas actualmente en la reparación de pinturas
son productos que, al secarse, presentan una gran dureza, por lo que el
lijado se realiza con máquina vibratoria o excéntrico-rotativa con
aspiración de polvo, siempre en seco, debido a su porosidad. Las lijas que
se utilizan varían desde P80 hasta P240.
Lijado de aparejos
El
aparejo es la pintura de fondo que sirve de soporte al color final o
pintura de acabado. Por tanto, las irregularidades que presente esta capa,
una vez lijada, también las adoptará la pintura de acabado.
El lijado del aparejo se realiza con lija de granos más finos que los
utilizados en la masilla (P220, P360 y P400). El trabajo finaliza con un
afinado de toda la superficie a pintar, con P500 para acabado monocapa y
P600 ó P800 para bicapa.
Lijado ultrafino
Este tipo de lijado se realiza sobre toda la superficie a pintar, con el
fin de facilitar la adherencia de la posterior capa de pintura. Las lijas
empleadas para este trabajo son de las llamadas ultrafinas (P1200 y
P1500).
El lijado ultrafino también se realiza como paso previo a la eliminación
de defectos en la capa de acabado. Esta operación se efectúa habitualmente
humedeciendo la superficie de trabajo ligeramente, con agua, para
facilitar el trabajo de los abrasivos -de grano muy fino, P2000, P3000 y
P4000-. Posteriormente, puliendo y abrillantando la superficie, se obtiene
el acabado requerido.
Herramientas
de lijado
El
pintor, echando mano de su experiencia y de los conocimientos que pueda
adquirir a través de las especificaciones de las fichas técnicas de los
fabricantes de pintura, equipos y abrasivos, deberá seleccionar el equipo de
lijado y el abrasivo más idóneo para la superficie y finalidad del lijado.
De entre los equipos, herramientas y productos que debe tener, destacan los
siguientes:
-
Máquinas de lijado.
- Distinto platos para las máquinas de lijado.
- Sistemas de aspiración.
- Tacos de lijado manual.
- Abrasivos adecuados para el lijado en seco con aspiración.
- Abrasivos especiales para el lijado manual en zonas de difícil acceso.
Máquinas de lijado
Las
máquinas de lijado con aspiración han contribuido a realizar el trabajo de
lijado con mayor rapidez y comodidad. Su uso se hace imprescindible para
el lijado de masillas, aparejos o color. Deben disponer de aspiración de
polvo.
Dependiendo de su régimen de funcionamiento, se pueden clasificar en tres
tipos:
Radiales.-
Su movimiento es circular, con un régimen de giro variable, pudiendo
alcanzar hasta 15.000 revoluciones por minuto. Ciñéndose al área de
Pintura, se presentan las máquinas pulidoras, utilizadas con pastas
abrasivas y líquidos abrillantadores para restablecer el brillo a la
pintura de acabado. El equipo funciona con velocidades de giro bajas (como
máximo, 1.800 revoluciones por minuto), con el fin de no calentar
excesivamente la capa de pintura.
Vibratorias.-
Se utilizan para el lijado de grandes superficies y operaciones donde se
precisa de potencia máxima; por tanto, trabaja con lijas de grano grueso
(desde P80 hasta P220). Su soporte rectangular recibe un movimiento
circular y otro transversal, consiguiendo una huella de lijado
característica de este tipo de máquinas.
Excéntrico-rotativas.-
Estas lijadoras realizan un movimiento de giro y otro excéntrico. Son muy
versátiles, debido a la regulación del régimen de giro y a que se puede
disponer de lijadoras con distinto diámetro de órbita (5 y 7 milímetros
para lijados de alta abrasión y 3 milímetros para lijados finos de
pintura, sobre todo tipo de productos). Son las lijadoras más utilizadas
en el taller de pintura.
Platos de la lijadora
Las
máquinas de pulido y las lijadoras excéntrico-rotativas pueden incorporar
platos de distinta dureza y flexibilidad, dependiendo del producto que se
vaya a trabajar.
Los más utilizados son: platos duros
para superficies planas; blandos,
para superficies ligeramente redondeadas; y
extrablandos, que permiten lijados finos y pulidos en zonas de
difícil acceso para los platos anteriores.
Tacos de lijado
Facilitan el trabajo de lijado cuando se realiza de forma manual, ya que
el abrasivo desgasta la superficie uniformemente. Algunos presentan
orificios en la base para facilitar la aspiración de polvo, a la vez que
se realiza el lijado.
Sistemas de aspiración
El
sistema de lijado en seco y la utilización de lijadoras con aspiración de
polvo conlleva la utilización de un sistema de aspiración adecuado. Las
opciones más utilizadas actualmente son de aspiración móvil o
centralizada.
Los
aspiradores móviles, también
llamados equipos autónomos de aspiración, permiten la movilidad en la zona
de pintura para una gran cantidad de trabajos de lijado, sin necesidad de
desplazar el vehículo. Asímismo, facilitan las conexiones eléctricas y de
aire comprimido, seco y engrasado.
Los
equipos de aspiración centralizada
disponen de una unidad central de aspiración y de unas conducciones, que
proporcionan la aspiración en los puntos requeridos de la zona de pintura.
Mediante un sistema de filtros, el polvo se deposita en un recipiente
destinado para tal fin. Unos brazos articulados y móviles proporcionan al
puesto de trabajo aire comprimido y electricidad.
Abrasivos
Las
lijas utilizadas en el lijado a máquina presentan características
particulares: forma circular o rectangular, para adaptarse perfectamente
al plato-soporte; orificios practicados en los discos, para facilitar la
aspiración del polvo producido en el lijado; y fijación del disco al plato
con sistema velcro.
Para el lijado manual se utilizan, básicamente, el abrasivo tridimensional
y las almohadillas abrasivas. Estas últimas se componen de un agente
abrasivo, de diferentes grano (medio, fino, superfino y ultrafino), sobre
un soporte de espuma blanda o de malla.
|