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ESTE FANFIC PERTENECE A YUKI-SAN. Yo soy solo la traductora... snif!!

 

Título Original: A date with a Senpai

Autora: Yuki

User ID: 29220

E-mail:tanukigirl@edsamail.com.ph

 

Una cita con un Senpai

Capítulo 9

 

 

 

El chirrido de los grillos llenaba el aire. El grupo en el medio de la desierta calle se miraba entre ellos por el mayor tiempo posible. Si uno era bueno sintiendo chi, hubiera temblado ligeramente ante la intensidad del aire. Alguien iba a salir herido. Eran bastante afortunados de que no hubiera posible audiencia para el espectáculo.

Kaoru empezó a golpear su pie impacientemente. "¿Bien?" Preguntó mirando fijamente a Sano y luego a Megumi.

Sano buscó los rostros de Kenshin y Yahiko. No estaba seguro de querer hablar primero. Tenia el terrible presentimiento de que una palabra de su parte y sería historia. Volteo hacia Megumi por ayuda pero inmediatamente la agachó. Megumi estaba prácticamente lanzándole las más rencorosas miradas que había recibido desde su nacimiento. Podía incluso sentirlas pinchándole en la parte de atrás de su cabeza. ¡Mierda! La mujer tenía el más extraño efecto en él.

Megumi estaba tratando de arreglar sus ideas. '¿Qué decir primero?' Se preguntó. Miro vacilante a Tae quien tenía la cabeza agachada casi recordando a una tortuga, lista para esconder la cabeza en el cuello. Era obvio que ella no iba a recibir ninguna ayuda de Tae-san así que prosiguió a mirar a Sano, que por alguna razón en particular se sentía increíblemente calmante.

El silencio estaba volviendo a Kaoru loca. Si ellos hubieran sabido esto, hubiera ya empezado a hablar. Ella podía jurar que el viento le estaba susurrando en el oído 'Comprometida con Ichiro... Comprometida con Ichiro...' parecía decir. "¿POR FAVOR PODRÍA ALGUIEN HABLAR?" chilló.

El canto de los grillos se detuvo instantáneamente, incluso el salvaje grito de las lechuzas que iba en aumento se detuvo. Y uno podía incluso escuchar la suave respiración mezclada de todos los involucrados. Luego en un segundo, todos aclararon sus gargantas y empezaron a hablar al mismo tiempo.

 

"¡Oro! Kaoru-dono, sessha... sessha... ¡Oro!"

"Oh, Kaoru-chan, Siento realmente haber empezado el rumor..."

"Como puedes ver, el Cabeza de Pollo tuvo ésta brillante idea desde el comienzo y yo solo le dije a Ken-san..."

"Mierda Jou-chan, vamos, solo intentada ayudar, solo quería que tu fueras feliz..."

"Busu... quiero decir Kaoru, no sé como Sano lo hizo pero él me convenció de... "

"¡CÁLLENSE!" gritó Kaoru. Todo el mundo cerró la boca. "Muy bien. Uno por uno. Empezamos con Yahiko." Dijo mirando a Yahiko directamente a los ojos.

Yahiko tragó saliva. Bueno, él no había hecho nada malo, técnicamente hablando. Y si lo hizo, estaba seguro de que podría con el castigo de Kaoru, acababa de terminar haciendo 1000 movimientos y cayendo de un árbol en un día. No había nada que Kaoru pudiera pensar que sobrepasara eso. "Bien, para empezar, yo casi - robé la carta de amor de Ichiro para tener la, um... información clasificada de tu cita y luego por la idea de Sano, básicamente dije a Kenshin que habías olvidado tu kimono y se suponía que él iba a traerla a la casa de Tae-san mientras que Sano te decía que vayas a casa." Se detuvo y enarcó las cejas, "¿Qué fue lo que él te dijo que te hizo salir de casa en un castañeo?" preguntó.

"Cállate. No es de tu incumbencia." Dijo Sano.

"Bien, eso es interesante. ¿Era por eso que estabas coqueteando con Kaoru en el Akabeko?" preguntó Megumi levantando las cejas.

"¿Estabas coqueteando con Kaoru-dono?" Kenshin preguntó a Sano.

"¡Fantástico! Pues si, pero eso no tenía nada que ver con mi plan." Dijo Sano defensivamente.

"¿Y cual era tu plan Sano?" preguntó Kaoru anticipándose a él.

"Estoy herido." Borboteó Sano dando a Kaoru su famosa mirada de perrito-suplicante, que realmente nunca lo libraba del gancho, pero lo hacía siempre de todos modos.

"Claro, lo noté." Replicó Kaoru sencillamente, "Nunca me detuvo de todos modos. Así que, ¿cuál era el plan completo Sagara? Quiero los detalles."

Él suspiró. No tenía escapatoria. Tal vez si se desmayaba... nah, no era su estilo 'macho'. Al quedarse sin ninguna opción giró los ojos y empezó a hablar. "Yo quería que Kenshin te viera como... bueno... como una chica..." Sano inmediatamente tapó su boca con sus manos cuando Kaoru lo miró peligrosamente. "Quiero decir... tu sabes, estabas toda vestida así que me imaginé que si Kenshin te veía así, lo haría darse cuenta de que se estaba perdiendo de algo. ¿Sabes?"

"Ah. ¿Era así? Bueno, déjame decirte Sano" Kaoru suspiró pesadamente y luego dramáticamente puso su mano en el pecho, "¡Fue Brillante!" dijo ella dejando que su voz tuviera una nota de sarcasmo.

Kenshin agachó y rascó su cabeza instintivamente. Y trató de evitar las miradas de todos, que sabía y sentía, estaban llenas de cólera e incredulidad, lástima y exasperación. No podía culparlos. Él se sentía exactamente de la misma manera.

"¿Y que sobre ustedes dos?" preguntó Kaoru volteando hacia Tae y Megumi quienes se veían una a la otra y se sonrojaban. "Ah, déjenme adivinar." Dijo Kaoru alegremente. "Tae-san, tenías las mejores intenciones en mente ¿ne? Pero tenías que empezar un rumor... para... no sé, ¿mover las cosas?"

Tae sonrió, "Bien, estás en lo cierto Kaoru-chan. ¡Eres tan inteligente!" dijo con las manos unidas. Cuando vio la mirada tormentosa de Kaoru, suspiró y miró hacia sus tobillos, los movió unas cuantas veces y luego miró a Kaoru, "Lo siento mucho." Dijo suplicante.

Kaoru suspiró. Nunca podría realmente enojarse con ninguno de ellos, pero era lindo verlos retorcerse para cambiar. Ellos siempre habían, de alguna manera u otra, jugado con sus inseguridades. Era casi como... ¡karma! Escondió su sonrisa y volteó hacia Megumi. ¿Y tú? Ah, yo sé que hiciste." Ella disfrutó la veloz muestra de pánico en el rostro de Megumi y como rápidamente fue seguida por su máscara de calma. "Probablemente escuchaste el rumor primero y luego se lo dijiste a Kenshin y a Sano y a Yahiko, que luego los hizo buscarme a mí."

"Ahí me tienes Tanuki." Dijo Megumi, "Pero yo solo estaba preocupada por ti. Quiero decir que ¡escuché que te habías comprometido por Kami! ¿Qué iba a hacer? ¿Ir a casa y soñar con tu boda? Tenía que decirles. Teníamos que detenerte de cometer un error." Luego inmediatamente dándose cuenta de que, su cita y rumoreado novio estaba allí parado silenciosamente, volteó hacia él y trató de darle una sonrisa amigable. "Tu sabes Ichiro-san, que eres muy joven ¿ne? Así que no es realmente sobre ti que nos preocupamos." Terminó la explicación y puso una sonrisa sabia ante la perpleja mirada de la joven muchacha. '¡Ha! ¡Te tengo allí!'

Kenshin sabía que ella no iba a cuestionarlo, y estaba feliz, trató de captar su mirada y agradecerle pero ella nunca miró hacia él. Deseaba que hubiera algo que él pudiera hacer para quitar lo que había ocurrido aquella noche. Si no hubiera sido tan cabeza dura esto nunca hubiera ocurrido. Aunque la noche era aun joven, y él ya había decidido que arreglaría todo este enredo. A su manera. No más ideas tontas de Sano y Yahiko. Y de ahora en adelante, había aprendido la lección de nunca subir a un árbol. Nunca jamás. Al menos, claro, que fuera por su cuenta.

Ella perdió. Kaoru sabía que no tenía ningún derecho a interrogarlos. Todos ellos solo querían su felicidad. No podía culparlos. Era realmente difícil ser tan caritativa y linda y dulce y bonita al mismo tiempo. Pero una tenía que hacer el trabajo. Y de todas maneras, no fue su culpa que su plan se incendiara y les quemara el trasero. Ella giró los ojos. "Bien. Me rindo. Ustedes ganan ¿ok?" Ella no iba a preguntar a Kenshin sobre ésta. Al menos no enfrente de todos.

"¿No castigo?" preguntó Yahiko iluminándose.

"¡Tú lo deseaste!" volteó hacia Ichiro y le dio una gran sonrisa. "Vaya cita ¿ne?"

Ichiro asintió lentamente, devolviéndole la sonrisa. Después de escuchar a los amigos de Kaoru, entendía cuanto era lo que Kaoru sentía por Kenshin y bueno, él estaba casi seguro que Himura-san tenía también los mismos sentimientos hacía ella. Si no, ¿porque todos querrían tratar de interferir y empujarlo hacia ella? "Seguro que lo fue Kaoru-chan. Pero tenemos que llevar a Yahiko-san y Sagara-san a la clínica ¿ne?"

 

Kaoru ladeó su cabeza y le sonrió agradecida. Era una situación extraña e Ichiro sabía exactamente como manejarla. Quien sea que lo tuviera sería muy afortunada. Se lo diría luego. Tal vez eso arreglaría su ruidosa cita y el hecho de que ésta fuera la primera y la última.

"Hablando de eso," dijo Megumi caminando hacia Yahiko, "¿Qué demonios les ocurrió? ¿Qué hay con las heridas?"

"No quieres saber." Dijo Yahiko haciendo una mueca.

"Claro que quiere." Corrigió Kaoru con una sonrisa caminando adelante con Tae-san y con Yahiko aun apoyado a su lado. Podía escucharlo maldiciendo en voz baja. "No fue tan malo Yahiko." Dijo ella alegremente. Volteó hacia Megumi, "Pregúntale a Sano." Lo que Megumi hizo al instante.

"Estabamos... um... tratando de espiar... quiero decir - salvar al pobre pequeño... pequeño..." volteo a ver a Yahiko por ayuda y luego sonrió ampliamente al ver a un gato callejero cruzar un pasaje oscuro, "gatito. Eso fue un gatito, que estaba... en el árbol... llorando por su mami y como los perfectos caballeros que somos, todos subimos y tratamos de salvarla... quiero decir salvarlo. Sip y luego desafortunadamente, la rama se rompió y todos caímos." Dijo Sano. "Fin de la historia. Deberíamos irnos ya, realmente me siento... uh... cansado y todo."

"¿Gatito?" dijo Megumi mirando a Kaoru. "Eso es tan dulce. ¿Así que donde esta el pobrecito?" vio de reojo como Sano se rascaba la cabeza y murmuraba lenguaje obsceno.

"Sano y feliz. Uh, Kenshin, ¿podemos empezar a caminar YA?" dijo Sano casi cojeando por su cuenta, sin esperar por Kenshin e Ichiro que intentaban sujetarlo. Pasó a Megumi quien estaba sonriéndole silenciosamente y él sabía que la iba a recibir de esa maldita mujer, porque incluso si ella decía las más viles y humillantes palabras, no había nada en él que la hiciera callarse.

"Esa fue una mala mentira Sagara. ¿Realmente estás perdiendo tu único talento?" preguntó Megumi, sus ojos brillando con silencioso humor.

"Nop. Solo cansado. Veamos como te va si tienes la oportunidad de hacer de emparejador con estos tú." Dijo mirando de Kaoru hacia Kenshin.

"Afortunadamente para mí, no tengo el mismo I.Q. que tú. Vamos todos a la clínica y ver si estos dos idiotas se rompieron algo tratando de... bueno, ¿qué trataban de hacer en el árbol de todas maneras?"

"Tratando de ver a la Busu besar al Chico Maravilla." Refunfuñó Yahiko y en la quietud de la noche lo hizo sonar a las cuatro esquinas de Tokio.

Kaoru lo golpeó en la cabeza, lo que produjo que Sano empezara a reír.

"Bueno, aun no termina Kenshin." Dijo Sano guiñándole un ojo.

 

 

 

Megumi había terminado poniendo el vendaje en el tobillo de Sano. Ella lo hubiera roto si Sano mencionaba el rumor de que ella era su mujer. En realidad, ella probablemente lo había roto en el proceso de ponerle el vendaje. Bueno, por las sucias miradas que Sano le lanzaba, ella se figuraba que había añadido algunas heridas más.

Era el turno de Yahiko y el pobre chico había sufrido una hinchazón en la espalda y el trasero. Cuando ella le preguntó como en el nombre de Kami lo había obtenido, le tomo 10 minutos completos al chico el mantener la compostura y dejar de reír como un lunático demente. Y además, había también empezado un debate de lenguas con Sano. Cuando Yahiko le respondió que era debido a golpear una muy dura cabeza de gallina, fue el turno de ella de empezar a reír como una loca doctora con sobre dosis de opio.

"Bien, es una buena cosa que la cabeza de gallina tenga el pelo suave que suavizó su caída, si esos cabellos resultaran ser tan afilados como parecen... no estoy segura de que es lo que te hubiera pasado." Dijo Megumi guiñándole un ojo a Yahiko.

Yahiko afirmó gravemente. "Sip, nunca lo pensé." Volteó hacia Sano con una mirada acusadora. "¿escuchaste eso tonto? Lo mejor es que alejes esas púas de las personas si no quieres herir a alguien más."

"¿Qué? ¿Dijiste algo? ¿Creo que te escuché hablando Yahiko? Hey Zorrita, ¿Chequeaste mis oídos? Debo haberme roto los huesillos del oído, después de la manera en que Yahiko chilló como un bebe de 6 años... creo que puedo estar sordo..."

"Sip. Ya están normales otra vez." Dijo Kaoru con un suspiro. "No estoy segura de si debo estar feliz. ¿Tú que crees Ichiro?"

"Solo estoy feliz de que nadie esté seriamente herido." Dijo Ichiro nerviosamente. Ellos estaban sentados afuera del cuarto que Megumi usaba para revisar a Yahiko y Sano. Kaoru estaba sentada entre él y Kenshin y ella no había hablado al chico pelirrojo por algún tiempo. Sentía que ella lo estaba haciendo a propósito pero no estaba seguro. Himura-san también había estado bastante callado. Tae-san se había ido a ayudar al Akabeko. Ellos eran los únicos que quedaban y él se sentía extremadamente fuera de lugar incluso si Kaoru-chan parecía tratar de hacerlo confortable. Aclaró su garganta, "Probablemente debería irme ya Kaoru-chan" dijo parándose. Kaoru y Kenshin se levantaron al mismo tiempo. Él notó cuan perfectos se veían el uno con el otro. "Ya es tarde y prometí al sensei que regresaría a casa temprano."

"Ah. Entiendo. Te acompaño afuera." Ofreció Kaoru y sabiendo que ella iba a insistir, Ichiro la dejó sin mayores argumentos. Era probablemente el único momento que tendría para hablar con ella, privadamente. Alejados de los acechadores ojos de sus amigos.

 

 

 

 

Afuera, los grillos habían reasumido su canto y ello llenaba la callada noche. La mayoría de las personas se habían retirado dentro de sus casas y cabe suponer que estaban compartiendo una cena o leyendo para dormir. La luna llena se había elevado y daba un brillo dorado a la calle y alumbraba el lugar donde ellos estaban parados. El volteo hacia Kaoru con una sonrisita vergonzosa. "Así que." Dijo él tomando aire profundamente.

"Así que." Repitió Kaoru, repentinamente sin saber que decir. Ella empezó a decir algo en el mismo momento en que Ichiro abrió la boca para decir buenas noches. Ambos rieron. "Una cita interesante ¿No?" dijo Kaoru después de que recuperó el aliento.

"Lo fue. Pero estoy feliz de que tuvimos la oportunidad de conocerte mejor." Dijo, metiendo sus temblorosas manos dentro del gi. Tenía que intentar. Solo una vez más. "¿Te gustaría cenar conmigo otra vez?" preguntó tímidamente.

"¿Y tener otra noche como ésta? No lo creo. Quien sabe que pensarían Yahiko y Sano la siguiente vez." Respondió Kaoru juguetonamente. "Tu sabes la respuesta Ichiro. Ya te lo dije."

"Lo se. Solo tenía que preguntar. De cualquier modo, quería agradecerte. Y espero que seas feliz con..."

Kaoru puso un dedo sobre los labios de Ichiro. "Sssshhh. Está bien. Gracias a ti también."

"¿Por qué?"

"Por ésta noche. Sé que ha sido un desastre pero también fue bonita para una primera cita. Espero que cuando mires hacia atrás, me recuerdes con una sonrisa." Dijo Kaoru, sus ojos azules brillaban cariñosamente.

"Lo haré Kaoru-chan." Dijo él, sus labios tocando los dedos de Kaoru. "Yo... sobre el um... el be..."

"Lo sé. Una cita no es una cita sin un beso..." Kaoru dijo bajando la voz, sus ojos azules parpadearon alegres. Ella podía sentir cuatro pares de ojos observándolos. Se paró en la punta de los pies y casi rió al escuchar la rápida forma en que Ichiro tomó aire junto con el resto de sus ávido espías. Cerrando los ojos, besó a Ichiro suavemente en la mejilla y luego retrocedió.

Él estaba plantado en su lugar. Contemplando a Kaoru con ojos grandes como sauces. Podía sentir los fuertes latidos de su corazón y podía sentir como resonaban contra su caja torácica. Estaba casi asustado de que saltase fuera de su cuerpo. Le tomó unos segundos darse cuenta de que había dejado de respirar. Avergonzado, dejó escapar un fuerte suspiro y respiró calmadamente.

Ella lo besó.

En la mejilla pero, diablos, era un beso. Un pequeño beso que lo había dejado sin aliento. Tenía que pelear la terrible urgencia de caer en rodillas y agradecer a los dioses el que no se hubiera orinado en los pantalones.

 

 

Todos dejaron escapar suspiros de alivio al mismo tiempo que Ichiro.

"Uau." Suspiró Yahiko. "Eso fue algo." Y luego, dándose cuenta de que era lo que Kaoru había hecho, hizo una mueca "¡Eueeew! ¡No puedo creer que él dejara que Busu lo besara! ¡Puaj!" siseó.

"Cállate mocoso." Dijo Sano empujándolo hacia el fondo para tener una mejor vista de Kaoru e Ichiro. "Ella aun le está diciendo algo. Espero que estés prestando atención Kenshin."

Megumi lo codeó y él dejó escapar un gritito que ella cortó inmediatamente poniendo sus manos sobre la boca de Sano y acercándose a su cara para susurrar en sus oídos. "Mejor es que no fastidies las cosas otra vez Sano. Hay que dejar que Kenshin decida que hará. ¿Entendiste?" preguntó ella suavemente, ignorando la ternura en los ojos marrones de Sano y esperando que él no notara cuan nerviosa se estaba poniendo.

Sano asintió, su frente firmemente presionada contra la de Megumi. Él podía oler el perfume limonado de ella, mezclado con un dulce sabor a la medicina que ella le había dado a él para calmar la hinchazón de su tobillo. Ella se veía tan bonita y él sabía que ella lo había visto en sus ojos porque ella bajó la mirada y sacó sus manos de su boca tratando de esconder el sonrojo de sus mejillas y rostro.

Si Megumi hubiera sabido que eso solo hizo a Sano desear besar su largo y pálido cuello, ella hubiera volado a su habitación a calmar su loco y palpitante corazón. Ella se alejó y aspiró aire fuertemente cuando Sano la sujetó por la muñeca. Ella lo miró a sus ojos expectantemente... cuestionantemente.

"Solo deja que des-fastidie las cosas Zorrita." Le dijo él, su voz gruesa.

Electricidad recorrió la espina de ella ante su silenciosa voz. "¿Cuál es el plan Sano?"

Sano sonrió y saboreó la cercanía y la tibieza del cuerpo de ella junto al suyo mientras le susurraba el Plan D.

 

 

 

 

"Bien, imagino que es todo. Se que la siguiente chica que invites será realmente suertuda." Dijo Kaoru cuando Ichiro pareció normal otra vez. Por un breve momento ella se asustó en serio creyendo que él se había vuelto catatónico.

"Eso espero. Yo... debería irme." Dijo Ichiro y observó a Kaoru inclinarse graciosamente y darle las buenas noches. Se sintió un poco triste de que ésta maravillosa chica nunca pudiera ser suya y aun así hubo un momento de casi completa felicidad al recordar sus tibios labios tocando su mejilla y el nervioso movimiento de su estómago al intentar imaginar un futuro con alguien como ella y a la vez tal vez un poco diferente. Con suerte menos violenta. Sonrió y se alejó, la imagen de Kaoru diciéndole adiós con la mano con su hermosa sonrisa se quedó en su mente y fue grabada permanentemente en su memoria.

Su primera cita.

Su primer beso.

Chico, todos en el dojo estarían hablando de él por las próximas semanas e incluso años por venir. Tal vez incluso sea una anécdota para los nuevos estudiantes del próximo verano. Repentinamente, no podía esperar para llegar a casa y contarles a todo los ello. Seguro amarían al chico pelos de púa y su joven similar cayendo de un árbol.

 

 

 

Kaoru entró en la clínica y escuchó el salvaje ruido adentro cuando ellos trataron de regresar a sus posiciones originales y pretender ser totalmente inocentes sobre todo lo que había ocurrido. Ella sonrió, no estaba exactamente segura si éste día había sido exitoso o una gran pesadilla. Parecía una combinación de los dos. Ella pasó a Kenshin, quien estaba sentado tranquilamente en la puerta. Ella se arrodilló y tocó su hombro.

Él la miró, ahogándose en sus ojos turquesa. Él podía incluso ver el sonrojo en sus mejillas y trató de esconder los celos que ardieron dentro de él cuando la vio besando a Ichiro. Sabía que no era ni siquiera un beso verdadero, pero como deseaba haber sido el que recibiera semejante muestra de afecto de ella. "¿Daijoubu Kaoru-dono?" preguntó en cambio, cayendo en la forma de rurouni.

"También deberíamos ir a casa ¿ne?" dijo ella suavemente. Ladeando su cabeza, mirándolo fijamente. Sus ojos azules suaves y brillantes. Él esperaba que ella lo hubiera perdonado por espiarla y por la forma en que había actuado aquella tarde.

El se paró. "Hai. Iré a decirles a Yahiko y Sano." Dijo él, haciendo que ella se parara también. El no dejó que ella sacara su mano como siempre lo hacía. Podía sentir el pulso de ella y le sonrió suavemente. Su corazón estaba latiendo en completa sincronización que el suyo. Abrió la boca para decirle algo cuando Megumi emergió de la puerta con un anuncio.

Fue Kaoru la que tímidamente quitó la mano de entre las de Kenshin. Repentinamente se sintió débil ante la intensidad de los ojos violetas de Kenshin mirándola. Y estaba segura de que Megumi la molestaría sobre eso. Nunca había entendido como Megumi podía leer tan fácilmente sus emociones. Tal vez porque ella lo había sentido también. ¿Con quien? Kaoru no tenía idea. Volteó hacia Megumi y reconoció la juguetona mirada en el rostro de la doctora. "¿Qué sucede Megumi?" preguntó un poco defensivamente.

"Nada. ¿Por qué estás de repente tan alterada?" Kaoru estaba a punto de responder pero ella inmediatamente la interrumpió- "No importa, solo quería decirte que sería mejor si Yahiko y Sano se quedan aquí en la clínica." Dijo ella en una voz seria, perdiendo todo el humor escondido en sus ojos.

"¿Naze? ¿Está todo bien?" preguntó Kaoru, entrando. Miró a Yahiko quien estaba echado sobre su estómago. Se le acercó y arrodilló cerca de él para tener una mejor vista de su rostro. "¿Algo está mal?" preguntó sin esconder su preocupación.

"¡Estoy bien Busu!" dijo Yahiko y tragó una maldición cuando Sano lo golpeo en un costado. "Quiero decir, mi espalda, aun me duele un poco y no creo que pueda llegar caminando al dojo." Dijo con una pequeña voz.

"Megumi, pensé que habías dicho que él estaba bien y listo para hacer 1000 movimiento otra vez" preguntó Kaoru acariciando el cabello del rostro de Yahiko.

Le tomó toda la concentración de Yahiko para tratar de morder la mano de Kaoru. '¿1000 movimiento, eh Busu?' se preguntó a sí mismo.

"Soy un doctor, no dios. ¡Cometo errores Tanuki!" dijo Megumi exasperada. "Debería quedarse aquí, para poder chequear su espalda y puedes recogerlo mañana en la mañana. Estoy segura que estará mejor para entonces y estará listo para cualquier tortura que tengas preparada para el día. Y por Sano..." Megumi suspiró y miró hacia su dirección, sonriendo levemente cuando él le guiñó. "Ya sabía que él tenía una enfermedad incurable..."

"¿Nani? ¿Enfermedad incurable?" preguntó Kaoru parándose y frunciendo el ceño a Megumi. "¿De qué estás hablando? Sano nunca mencionó eso antes." Pudo escuchar la risa ahogada de Yahiko detrás de ella. Algo estaba mal aquí. Solo que ella no sabía que.

"Oh, no te preocupes Tanuki, nada serio. Por supuesto que él no te dijo nada sobre ellos, sufre la falta de un cerebro que funcione. Pero aparte de eso, está realmente bien. Excepto que dejar a alguien caminar sin cerebro es arriesgado para todos en la comunidad. Mejor que se quede aquí hasta que pueda encontrar un modo para arreglar su problema de actitud." Dijo Megumi sonriendo ante la mueca de Sano. "Aunque no prometo ningún resultado". Dijo sombríamente antes de que Sano pudiera pensar en que decir y arruine el plan. Tenía el don de pensar en los mejores planes y fallar al hacerlos ejecutar. Esta vez, ella estaba segura de que sería a prueba de todo. Confíen una mujer inteligente como ella, ella podía hacerlo sin ningún problema.

"¿Y su tobillo?" preguntó Kaoru mirando a Sano quien parecía que iba a saltar de la cama y estrangular a Megumi. Ella le dio una mirada rara, enarcando las cejas cuando él se sentó y miró a Yahiko. Ella volteó hacia Kenshin quien se veía tan perdido como ella y luego volteó su atención de nuevo hacia Megumi.

"Bueno, aun está hinchado. Solo necesita unos cuantos ungüentos, ya sabes, lo que sea. Además, no quiero que Ken-san se canse tratando de ayudar a Sano a caminar hasta su infesta casa. Así que creo que sería mejor si se quedan aquí." Terminó Megumi, empujando a Kenshin y Kaoru fuera del cuarto.

"Pero... pero..."

"Sé que estás preocupada por ellos. Francamente no veo por qué, pero confía en mí Kaoru, esto es por el bien de todos. Ahora váyanse ustedes dos. Se esta haciendo tarde."

Kaoru suspiró. "Bien, nos vamos. Hey, ¿Porqué simplemente no nos tiras de la casa?" preguntó ella un poco irritada.

"Lo haré si no se van ya." advirtió Megumi.

Kenshin tomó la mano de Kaoru y la guió afuera. "Vamos a casa Kaoru-dono. Megumi-dono está en lo correcto. Se está haciendo tarde y sé que estás cansada." Dijo suavemente, alejando a Kaoru de Megumi y la clínica.

"Está bien, está bien. Oyasumi nasai Megumi-san. ¡Oyasumi Yahiko y Sano!" gritó. "¡Mejórense pronto ¿ok?!"

"¿Y hacer 1000 movimientos mañana? ¡No gracias!" murmuró Yahiko para sí mismo y luego sonrió casi cariñosamente, "¡Oyasumi Busu! ¿No hagas nada estúpido con Kenshin bien?" dijo en voy alta y luego se tiró en la cama riendo a lo que Sano se unió también.

"¡Esa estuvo buena chico! ¡Muy buena!"

"¡No me llames chico!" le respondió.

"¿A si? ¿por qué no? ¡MOCOSO! ¡MOCOSO! ¡Oyasumi nasai YAHIKO-CHAN!"

 

 

 

Kaoru miró como Megumi cerraba la puerta y por entre las sombras, como golpeó las cabezas de Yahiko y Sano una contra la otra. "Megumi de seguro va a tener una atareada noche." Dijo Kaoru en voz alta, luego volteó hacia Kenshin y le sonrió. "Bueno, vamos a casa Kenshin."

Kenshin le devolvió la sonrisa y asintió.

Con el suave viento movimiento sus cabellos y las estrellas brillando sobre ellos, caminaron lado a lado en la noche.

 

Fin del Capítulo 9

NT: Siento haberme tardado en traducir éste capítulo, pero ahora que ya terminé mis clases y tengo unos dos meses de vacaciones prometo ponerme a trabajar mucho más seguido en éste y mis otros fics.

Gracias a todos los que me escribieron por su apoyo. He contestado a TODOS los mails que he recibido. Los que no recibieron una respuesta (aunque sea un par de líneas) es porque no recibí los mensajes. Yo también detesto cuando escribo a alguien y no sé si esa persona leyó o no mi mail.

Otra vez Gracias a todos !!!!

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