ESTE FANFIC PERTENECE A YUKI-SAN. Yo soy solo la traductora... snif!!
Título Original: A date with a Senpai
Autora: Yuki
User ID: 29220
E-mail:tanukigirl@edsamail.com.ph
Una Cita con un Senpai
Capítulo 8
Kaoru se sujetó al árbol por soporte, la risa recorría todo su cuerpo haciendo su estómago doler. Era demasiado. Tomó aire profundamente y trató de no reír ante las expresiones de Ichiro, Sano y Kenshin.
Oh, ¡los hombres de su vida!
Encima de ella, Yahiko no tenía palabras. Realmente nunca había creído ver algo como esto. Kenshin estaba encima de Sano, la cara roja, tratando desesperadamente de levantarse. ¿Desde cuando no habían sido así de torpes? Probablemente desde que estuvieron en la pubertad. Se rió ante la idea.
Kaoru lo vio inmediatamente en la rama de la que estaba abrazado y lo llamó, "¡Yahiko, tu idiota! ¡baja de allí!"
Yahiko la miró suplicante e hizo un puchero al encontrarse con su fría mirada. Suspiró, sabía que no había forma de ganarle, dejó la rama a la que precariamente se había aferrado (para salvar su vida en el momento en que vio a Kenshin y Sano caer) y miró hacia abajo dudoso. Les hizo una mueca a Kenshin y Sano, quienes aun luchaban por levantarse. "Debo decir, " dijo con tono serio y luego pausó para darle efecto y lanzándoles a Kenshin y Sano una brillante sonrisa, "esta se ha convertido en la noche más interesante de mi vida..." con un gruñido de disgusto miró directamente a Sano y aulló riendo. "¡Ahora creo, que lo he visto TODO!" dijo con un guiño.
Sano sintió su pierna, agradeciendo silenciosamente que aun fuera parte de él, la levantó y le dio a Yahiko una condescendiente y pensativa mueca y luego pateó el árbol lo más fuerte que pudo.
La sacudida del árbol dejó caer una lluvia de hojas muertas que flotaron alrededor del rostro de Kaoru y con el ruido del grito de Yahiko a través de la noche, Kenshin decidió que Kaoru se veía demasiado hermosa para ser verdad en ese preciso instante.
"¡AAACCCCKKKKK!" se las arregló para gritar Yahiko, azotando el aire esperando atrapar alguna rama, o lo que sea a que sujetarse y se dio cuenta de que caía sin remedio, deseando que el suelo no fuera tan duro como él imaginaba.
Sano reconoció inmediatamente su error porque sus ojos marrones se agrandaron con horror cuando el trasero de Yahiko cayó de lleno sobre su rostro.
Otro ataque de risa borbotó de la garganta de Kaoru y ella se tapó la boca con las manos, se dobló por la risa apretando su estómago. "Oh, Oh... dioses... yo,,, Yahiko... ¿e-estás bien?" dijo enjugándose las lágrimas. El ver a tan grandes guerreros que han enfrentado tantos adversarios en sus vidas caer de un árbol y escucharlos gritar como asustadas niñas de 6 años, ella nunca había imaginado que llegarían a esto. Esperen que Megumi y Misao escuchen esto.
Respiró lentamente y los miró con risa en los ojos. "bien, ¡fue una muy buena representación de ustedes tres!" sonrió de nuevo al escuchar maldecir a Sano.
Ella volteó hacia Ichiro con una linda sonrisa y señaló al suelo. "Ichiro-chan, deja que te presente mis tres payasos." Dirigió sus brazos hacia la apenas visible cabeza de Sano, "Por ahí está el infame Gran Zanza, Sanosuke Sagara."
Sano maldijo otra vez, ésta se estaba convirtiendo en la noche que recordaría por siempre con humillación. El Gran Zanza, caído de gracia... er.. o de un árbol. Arrugó el ceño ante el ¡oloroso trasero de un estudiante de 11 años de un ruinoso dojo de kenjutsu! Y peor, no podía sentir su rostro. ¡Hombre esto apesta!
Kaoru prosiguió. La venganza estaba resultando más dulce de lo que pensó. Ella ya había empezado a armar el rompecabezas mentalmente. Sano evidentemente, era el maestro de todo esto, secundado por Yahiko y como se las arreglaron para convencer a Kenshin de en ésta, se escapaba a ella, aunque una parte de ella estaba feliz de que él la hubiera y espiado. Era muy dulce. "Sentado sobre Sano está mi alumno, Myoujin Yahiko."
Yahiko parpadeó. Genial, ahora el chico Ichiro va a creer que era un total bueno para nada. Bien, le mostraría. Tal vez podía convencerlo de un encuentro, ¡ver quien era el real protegido del Kendo! Aclaró su garganta, "Quiero que sepas, que no siempre caigo de los árboles." Anunció indignado, mientras se arrimaba de la cara de Sano, al pecho de Sano.
Ichiro no pudo esconder su sonrisa. Sano y Yahiko, de seguro recordaría esos nombres. No había visto nada ni ridículamente parecido a esto. En el intento por desenredarse, se las habían ingeniado para crear un enredo aun peor de brazos y piernas.
"Y, por supuesto, no hay que olvidar," dijo Kaoru volteando hacia Ichiro y guiñándole, "Mi rurouni. Himura Kenshin."
La sonrisa de Ichiro desapareció de su rostro. '¿Este es el sujeto del que Kaoru-chan está enamorada?' se preguntó a sí mismo, mirando fijamente al pelirrojo quien se esforzaba en sacar la pierna de Yahiko de su pecho. "Pues, um... un placer conocerlos Himura-san, Yahiko-san y Sagara-san." Dijo lentamente tratando de decidir hacia donde hacer la inclinación. Se mantuvo en pie, plantado en su lugar no queriendo pensar y no sabiendo que pensar.
"¿no se van a levantar ya?" preguntó Kaoru con un tono feliz. Escuchó un barullo de objeciones, pero parecía que Kenshin era el único que estaba listo para pararse. Estos hombres han sobrevivido a casi todo lo inimaginable, una pequeña caída no podía causar daño. ¿O si? "¡Hey! ¿Están bien?" preguntó un poco preocupada.
"¡Jou-chan, trata de tener el trasero de alguien en tu cara y luego dime si estas cerca de encontrarte bien!" dijo Sano mientras trataba de sacar el trasero de Yahiko de su pecho.
"¡Busu, preguntas las cosas más estúpidas!" lloriqueó Yahiko tratando de pararse e inmediatamente lamentando el movimiento repentino. "¡OW!" siseo, "¡Mi espalda duele!" murmuró para sí mismo.
Kenshin se las había arreglado para desenredarse y estaba sentado con las piernas cruzadas, tratando de respirar normalmente, cuando vio la mirada de dolor de Yahiko. "¿daijoubu Yahiko? Preguntó mirando a Kaoru quien también lo había notado.
"Estoy bien. Estoy bien..." se paró y se estiró un poco. "Creo que solo me lastimé un poco la espalda." Su mano libre estaba firmemente presionada contra su espalda, sosteniéndola y tratando de aliviar el dolor.
Sano permaneció echado sobre el suelo, mirando el vasto cielo de media noche y luego preguntó fuertemente "¿Qué pudo haberte herido?" , "¿Yo caí primero al suelo si me permiten recordarles, tú y Kenshin me usaron de cojín, y tú... tu tenías tu trasero..."
"Sano..." empezó Kenshin, observando la preocupada expresión de Kaoru.
"¿Qué? ¡Sólo estoy aclarando un simple hecho aquí!" exclamó Sano, "Y para quien esté interesado. Creo que me torcí el tobillo y yo... uh... no puedo pararme." Su voz volviéndose suave hasta que apenas era audible.
Kaoru lo miró con grandes ojos azules, Sano no pudo decidir si es que lo sentía por él o si estaba pensando que lo merecía. Bueno, tal vez lo merecía. Esta iba a ser la última vez que iba a tratar de interferir con la vida de alguien. Todo lo que quería era que Kenshin le dijera sus sentimientos a Kaoru. ¿Era mucho que pedir? Miró a Kenshin y decidió que sí, obviamente era mucho que pedir. Nunca más trataría de resolver los problemas de otros, especialmente los concernientes al amor. O, como en este caso, amor no requerido.
"Genial, simplemente genial. Justo lo que necesito. Me espían en mi cita y se caen de un árbol y luego se lastiman. Absolutamente fantástico." Dijo ella sarcásticamente ayudando a Yahiko a pararse. Kaoru miró a Kenshin, "¡Y no te atrevas a tomar toda la responsabilidad por esto!" miró a Kenshin y sacudió la cabeza. "Ichiro, ¿podrías ayudar a Kenshin con el cabeza de pollo?"
"¡Jou-chan!" se quejó Sano. Si le importaba que lo llamaran cabeza de pollo, y le importaba especialmente ser llamado así en frente de totales extraños. Le hizo un puchero tratando de ganarle. No hubo suerte. Se quejó fuertemente cuando se sentó y escuchó el suave sonido que hicieron sus costillas. 'Infiernos, Megumi va a tener un gran día ésta noche..." pensó oscuramente y por primera vez se le ocurrió una idea de cómo molestar a la mujer doctor. Nadie podía superar su metida de pata al caerse de un árbol... parpadeó ante la idea. Era el tipo de cosas que los chicos estúpidos hacían, caerse de un árbol en la noche, espiar a una amiga en su primera cita, intimidar a Kenshin para venir hasta aquí, torcerse el tobillo... demonios, nunca sería la misma persona otra vez.
¿En serio? ¿Quién pensaría que Sagara era un exagerado, melodramático idiota?
Le lanzó a Yahiko una mirada maligna y lo maldijo. 'El debió detenerme' pensó amargamente. Pero ¿qué fue lo que el chico hizo? ¡Me convenció para seguir con éste plan! Y para encabezarlo todo, ¡fue su idea la de subir al maldito árbol! Venganza, prometió, va a ser divertido para él. No podía esperar.
Yahiko apretó los dientes, tratando de callar la reprochante voz de su Busu-sama. Sólo había una persona responsable: Sagara Sanosuke. Y ya estaba trazando docenas de planes para obtener su revancha. ¿Por qué dejó que Sano lo convenciera de todo éste desastre? 'Y ahora podía estar lesionado. Che, estúpidos idiotas cabeza de gallina siempre están en problemas sin importar cuan buenas intenciones tengan.
Kaoru giró los ojos y ayudó a levantarse a Yahiko. Podía decir que por las miradas que Sano y Yahiko estaban cambiando, el juego de echarse la culpa pronto empezaría. Solo denles tiempo de pensar en algo grosero y luego tendrían toda una noche de discusión sobre de quien era la culpa. Ella sacudió la cabeza de nuevo y tuvo la ligera sensación de que estaría haciéndolo durante toda la noche. '¿Cayendo de un árbol? Había sido divertido, especialmente cuando vio sus reacciones y fue bueno como castigo por espiarla, pero no cuando alguien termina lastimado. Volteó a mirar a Ichiro asistir a Kenshin en ayudar a Sano a levantarse.
Kenshin había elegido el lado izquierdo de Sano, el lado en que su tobillo se había torcido y cargaba la mayor parte del peso de Sano. Ella suspiró, siempre caballeroso. Que mal que sus caballerosidad no valga mucho hoy. Estaban espiando. Ahora que ella podía controlarse estaba sorprendida de que hubieran invadido su privacidad de ésta manera e incluso arriesgaran a lastimarse.
Ella volteó hacia Yahiko, quien ya sabía lo que venía. "Tengo que oír una explicación luego, y mejor que sea buena."
"¿Podría ser: estaba mirando las estrellas?" respondió Yahiko esperanzado.
Kaoru trató de ocultar su sonrisa. "No. Mejor que eso. Tenemos que pasar por la clínica de Megumi primero para que te vea." Calló cuando vio la mirada abatida de los tres. "¡Mou! ¡Las cosas que hacen! En serio, es bastante malo que ya me estén mochando la comida, pero realmente tienen que volver mi cabello gris. No soy su madre saben!" dijo golpeando ligeramente la cabeza de Yahiko.
Yahiko lo tomó como una oportunidad para acusar a Sano, "¡No me eches la culpa! ¡Sano fue quien tuvo la brillante idea de seguirte!"
"¿Yo?" dijo Sano casi colgando entre Kenshin e Ichiro. "¡Tú fuiste el que sugirió trepar al maldito árbol!"
"¡Mocoso!"
"¡Idiota!"
"¡Tu culpa!"
"¡De ninguna manera!"
"¡Si hay manera!"
"Si no hubieras pensado en éste estúpido plan de juntar a Busu y Ken..." empezó Yahiko.
"¿Qué está mal con mi plan? Estaba cerca de la perfección. ¡Es su culpa!" interrumpió Sano airadamente, mirando fijamente a Kenshin.
"¡Oro!" exclamó Kenshin. '¡No ahora! ¡No en frente de Kaoru e Ichiro!" suplicó calladamente.
Sano giró los ojos ante la suplicante mirada que le mandaba Kenshin. '¿No quieres que ella sepa?' Pues que mal, porque eventualmente se va a enterar.' Desvió la mirada de Kenshin y presumidamente dijo a Kaoru. "¡Es su culpa! Si él no hubiera sido tan difícil de tratar nosotros hubiéramos..."
"Hey, córtala." Interrumpió Kaoru. Suspiró, "Ninguna otra palabra de ninguno de ustedes..." miró a Kenshin, "Y ningún 'fue culpa de sessha...' de ti" Pasó una mano por su cabello y sacudió su cabeza. "¿Tan sólo podemos ir a la clínica de Megumi, calladamente? Ya saben, traten de no llamar mucho la atención ¿ne?"
Silenciosamente sintieron con las cabezas. Y así, empezaron su silenciosa caminata hacia la clínica. Sin ninguna palabra de ninguno. Probablemente perdidos en sus propios pequeños mundos.
Megumi iba apresuradamente al Akabeko. Después de reconsiderar todo había concluido que dejar a Sano y Yahiko 'hacerse cargo' de las cosas fue probablemente la peor cosa que ella pudo haberles dejado hacer. Los había buscado en el dojo pensando que se tomarían algún tiempo en discutir algunos puntos antes de decidirse hablar con Kaoru e Ichiro. Realmente estúpido de su parte creer que Yahiko y más importante, Sano, fuera racional sobre aquello. Por supuesto que habían seguido con el plan y habían arrastrado a Kenshin con ellos.
Ella no debió dejarlos, especialmente cuando Kenshin parecía fuera de sí, incapaz de tomar decisiones lógicas. No podía culparlo, los celos probablemente estarían comiéndoselo vivo. Ella podía verlo en sus ojos e incluso en su manera de moverse. Su lenguaje corporal hablaba a montones y si sólo Tanuki-chan hubiera prestado más atención, hubiera visto esto venir.
Bueno, claro que ella había empujado a Kaoru en ésta cita, pero nunca le había dicho que acepte ninguna propuesta o parecido. Ni siquiera un beso, porque estaba segura de que esto ocasionaría un mal tipo de reacción. Y ahora esto. ¿Matrimonio? Cómo pudo Kaoru estar tan cegada. No era ella para nada. Había sido devota a Kenshin por los últimos meses. ¿Ichiro se veía como un chico enamorado, pero no es exactamente material para esposo. Eran demasiado jóvenes. Al menos ellos dos, mientras que la madurez de Kenshin fácilmente ayudaría mucho para un matrimonio temprano en Kaoru. Y realmente no tenían que apresurarse tanto. Si había alguien que debía estar casada, era ella.
"¡Mou!" murmuró para sí misma. No debería estar pensando sobre eso. Si estaba destinada a vivir como una solterona con docenas de gatos viviendo con ella, estaba bien. Ella podía arreglárselas. 'Si claro. ¿Así que porque siempre estás pensando en tener niños con tibio ojos marrones y cabello parado?' preguntó otra vez la familiar voz en su cabeza.
Se detuvo y trató de concentrarse. Y luego dijo en voz alta, "Antes que nada no quiero el cabello parado como el de Sano..." y luego se calló al darse cuenta de lo que había dicho. "No puedo creer que esté pensando en él. ¡No! ¡No puede ser! Es..."
"Megumi-san estás bien?"
Megumi giró rápidamente, avergonzada hasta la raíz de los cabellos. "¡Tae-san! No sabía que estabas aquí. Yo estaba... sólo... quiero decir, estaba buscándote. ¿Sabes donde fueron Kaoru y su cita?"
"Oh, en realidad estoy yendo hacia allá también." Respondió Tae sonriendo suavemente. No quería que la doctora supiera el estúpido enredo que había iniciado. Cuando Sano y Yahiko dejaron el Akabeko fue repentinamente sorprendida por la culpa... bueno, no tan rápidamente. Quiso seguirlos para ver que pasaba, obviamente algún tipo de confrontación era seguro y deseaba que para entonces Kenshin y Kaoru hubieran admitido sus sentimientos. No fue cuando Tsubame se le acercó a preguntarle si cierto rumor que había escuchado era cierto. Bueno, no pudo mentir a la pobre niña así que le contó la verdad. Tsubame estuvo decepcionada y le soltó una larga lista de aclaraciones sobre la honestidad y tener el coraje para deshacer lo que alguien había iniciado. Así que eso explicaba porque estaba ella vagando alrededor de la ciudad en vez de estar en su restaurante. Pero eso no quería decir que fuera a decírselo a Megumi.
"Oh" dijo Megumi. Deseando desesperadamente preguntarle porque también estaba buscando a Kaoru. Pero no eran sus asuntos y además no estaba lista para decirle a Tae-san que había escuchado un rumor y lo había creído sin confirmarlo y peor aun, se lo dijo a otra persona. La única persona que no estaba listo para escucharlo. Y para encabezarlo todo, había dejado que dos ignorantes fueran y trataran de arreglar el problema. "así que, um Tae-san..."
"¿Si Megumi-san?" respondió Tae nerviosamente. Empezaba a sentirse un poco insegura. Una voz gritaba dentro de su cabeza pero no podía entender las palabras.
"Solo me preguntaba, sabes algo de... um... quiero decir..." Megumi trataba de pensar en que decir sin perder su cubierta. Un paso en falso y Tae sabría lo que había hecho.
"Megumi-san, tengo algo que preguntarte también" dijo Tae tanteando. Megumi asintió. Ella miró los ojos de la doctora, que estaban más brillantes de lo normal y por alguna razón entendió lo que la voz en su cabeza intentaba decirle. Ella sabía. Megumi ya sabía del rumor. Y si eso era cierto entonces se encontraba en grandes problemas, porque eso significaba que Himura-san ya lo habría escuchado. Y ahora ya no había forma en que ella pudiera tratar de arreglar todo este desastre.
Repentinamente todo encajó. No sabía si era por la mirada de aceptación en Tae, o probablemente ella lo había sabido desde siempre, pero Megumi estaba segura de que había sido Tae quien empezó el rumor. Tal vez con las mejores intenciones en mente, pero no exactamente la mejor idea.
Ambas se sobresaltaron al mismo tiempo.
"Tae-san!"
"¡Megumi-san!"
Se gritaron entre ellas. Megumi suspiró, esto se estaba convirtiendo en una muy complicada vida. Mujeres solteras como ella no deberían tener problemas tan grandes como éste.
"Solo intentaba ayudar. Sólo quería a todos felices. Hice algo... quiero decir... creo haber empezado un rumor sobre el compromiso de Kaoru-chan con Ichiro-san. Oh, debí saber más. Es la segunda vez que hago esto... ¿qué pensará Kaoru-chan?" dijo Tae infeliz.
"Está bien Tae-san. Sé que ella te entenderá. Pero tenemos que encontrarlos rápido."
"Quieres decir que Himura-san ya lo sabe?" preguntó Tae y frunció el ceño cuando Megumi asintió. "¿Cómo pudo enterarse tan pronto? ¿Quién pudo decirle?"
Megumi la miró en blanco. "Bueno, yo pude... yo quise... pude haberle dicho. Y ahora sé que no debí. Es sólo que no podía creer que Kaoru fuera tan apresurada con éste tipo de cosas. Y no era ni siquiera cierto y Sano tenía esa maravillosa idea de que Kenshin debía decirle a Kaoru como se sentía por ella antes de que fuera muy tarde. Creo que somos nosotras quienes estamos muy tarde" dijo Megumi con un suspiro.
Tae cogió su mano. "Nunca es muy tarde. Vamos, sé donde encontrarlos."
"Qué" Antes de que Megumi pudiera preguntarle a donde la estaba llevando, ya estaba siendo arrastrada. No sabía que Tae pudiera ser tan fuerte.
En algún lugar en su camino a la clínica, alguien debió haber hablado, Kaoru no podía recordar quien exactamente, tuvo que haber sido Sano, Yahiko o ella, pero un gran bolondrón se estaba llevando acabo. "Dije que lo olvidaran chicos" dijo por lo que parecía ser la centésima vez.
"Pero Busu. Estoy tratando de decirte que no fue totalmente mi culpa."
"¡Eso es exactamente l que estaba diciendo!" interrumpió Sano, recordando repentinamente porqué habían espiado a Kaoru en primer lugar. Miró a Kaoru. Ya era hora de que alguien le dijera que ellos no estaban felices con su decisión y no era como si ella les hubiera consultado a alguno de ellos. "Pensé que éramos una familia Jou-chan" dijo amargamente. Era un golpe para él que después de todo lo que habían pasado, Kaoru nunca pensó en decirles su plan antes. Una familia debería ser leal y honesta entre ellos, eso fue lo que el capitán Sagara le había enseñado.
La boca de Kaoru se abrió. "¿Por qué me miras así Sagara?" preguntó ella fríamente.
"No lo sé. Pensé que eras una chica lista. Figúratelo." Dijo Sano con la misma frialdad en su voz.
Yahiko se quedó mirando a Sano como si se hubiera comido un pez vivo. "¿Cuál es tu problema?" le preguntó Yahiko. No le gustó el tono que usó con Kaoru. Seguro, ella podía ser una verdadera molestia a veces, pero no merecía ese tipo de trato ni de Sano ni de nadie.
"Bueno, sólo recordé que también es su culpa." Dijo Sano mientras Kenshin parpadeaba y también lo miraba. No le gustaba hablar así con Kaoru, ella había sido como una hermana menor para él, lo último él quería era herirla, pero se sentía traicionado. "¿Qué?" preguntó inocentemente. "Pensé que tenías algo que decir Kaoru. ¿por qué no lo dices ahora?" volteó la cara hacia Ichiro y lo miró también.
Ichiro lo miró con los ajos a abiertos de sorpresa, mirada que Kaoru no se perdió. "Ok. ¿qué diablos ocurre aquí?" preguntó ella deteniéndose y mirando a Sano, Kenshin e Ichiro.
"Ay chico" murmuró Yahiko sin aliento. Si fuera capaz de correr hubiera estado fuera de éste lugar en ese instante. "Hey, se suponía que íbamos a la clínica. ¿Clínica? ¿Recuerdan?" Nadie le prestó atención. Parecía que se estaba haciendo historia porque el plan de Sano funcionó esta vez. Quería una confrontación, ahora la tenía.
"Sólo pensé que deberías saber que nosotros te espiábamos por una muy buena razón." Dijo Sano.
"Dímela. Me muero por escucharla" dijo Kaoru cruzando los brazos sobre su pecho.
"Aw, no juegues al tonto Jou-chan. Sabes porque estamos aquí. Infiernos, apuesto a que toda la ciudad lo sabe también." Replicó Sano.
"Sano" dijo Kenshin en un tono grave.
"Ow, vamos Kenshin, esto es lo que planeamos. Y creo que merecemos escuchar la verdad y sus razones para comp..."
"¿Verdad? ¿Razones? ¿De qué demonios está hablando Yahiko?" preguntó Kaoru totalmente perpleja.
Yahiko lanzó una mirada confusa a Sano. Sano también parecía fuera de balance ante la confusión de Kaoru. O ella era una gran actriz o ella realmente no sabía de que estaban hablando. "Uh, bueno... es sobre tu um... tu compromiso con Ichiro..." dijo Yahiko, su voz apenas audible.
Le tomó a Kaoru un segundo para que las palabras fueran comprendidas y ahora entendía porque todo el mundo la miraba con extraños y abiertos ojos expectantes. Por un momento se quedó sin palabras. ¿Comprometida? ¿Con Ichiro-san? ¿Se había vuelto completamente loco el mundo?
"¡DISSSSCUUULLLPAMEEEE! ¿Escuché bien? ¿Podrías ser tan amable de repetir lo que acabas de decir?" dijo Kaoru tratando de mantener su voz bajo control.
"Estás comprometida con Ichiro ¿no?" repitió Yahiko, su voz unos octavos más baja por lo que Kaoru no estaba segura de haber escuchado correctamente.
"¿NANI?"
"¿Quieres decir que no es cierto?" preguntó Kenshin, sus ojos violetas retornaron a su brillantes usual.
"Si. Es verdad, en realidad nos casaremos en 4 días." Ella vio como los rostro de Kenshin, Sano y Yahiko cayeron. "¡Por supuesto que no, idiotas!" ¿De donde diablos sacaron esa idea?" preguntó Kaoru poniendo una mano en su cabeza y tratando de calmar el dolor que empezaba a crecer. Para cuando terminara la noche tendría que matar a alguien.
Sano no se había sentido nunca tan aliviado y avergonzado al mismo tiempo que quería reír a carcajadas, golpear a Kenshin en la cabeza, sacudirlo sin sentido o dejar la ciudad por un par de días. No podía decidir que hacer primero. Levantó la cabeza y estaba por explicar, cuando captó las figuras de Megumi y Tae viniendo apuradamente hacia ellos. Sonrió. ¡Ha! Ahora todos los que estaban parcial, directa o indirectamente en falta en el fiasco de esta noche estaba aquí, la real diversión empezaba. "¡Zorrita nos dijo!" dijo él lo suficientemente fuerte como para que escucharan Megumi y Tae dirigiendo un dedo acusador hacia Megumi.
'Oh genial', pensó Megumi para sí misma. Desde su posición podía ver claramente a Sanosuke culpándola. "Rápido Tae-san. Control de Daños. El idiota cabeza de pollo va a echarme toda la culpa a mí."
Tae asintió y caminó más rápido, sus getas tacleaban juntas. Estaban casi sin aliento y justo a tiempo de ver a Kaoru girar en redondo y mirarlas expectante. Esperando una explicación.
Esta iba a ser una muy, muy larga noche.
Fin del Capítulo 8
¿Y bien? Les gustó? Saben donde escribirme!!! Quiero conocer sus comentarios... Gracias a todos los que han leído hasta aquí, he contestado a todos los que me escribieron, así que si alguien no recibió respuesta es porque no me llegó el mail.
Gracia a todos!!!!
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